Autores

Trinidad Ried

Trinidad Ried

La ley del péndulo

Sin ese porcentaje de “negatividad”, no podríamos evolucionar. El desafío está en resignificar el momento que vivimos y dar por hecho que de la incertidumbre actual saldrán frutos inesperados y preciosos para la humanidad.

¿Sutura final?

Encontrarme en un libro, reflejada en todas mis facetas luminosas y oscuras, en mis limitaciones y fragilidades, incluso en mi veta espiritual y mística, fue una bendición para poder ir cerrando medio siglo de dolor ininterrumpido y de un diálogo interior muy flagelante que no me dejaba en paz.

Rescatando la pasión

El mundo tecnológico y automatizado de hoy atenta contra la posibilidad de descubrir que dentro de nosotros mismos están las habilidades para una preciosa hoguera de amor y transformarlas en una pasión que perfeccione el mundo con su luz y calor.

Lo perfecto es enemigo de lo bueno

Un pequeño aporte para prevenir el suicidio desde la más temprana edad sería reeducarnos en la vulnerabilidad y mostrar su poder. Es un cambio radical del paradigma del éxito y de la imagen, para volver a ser lo que somos y tratarnos como hermanos imperfectos.
Monja movil

Inteligencia artificial: discernimiento de límites y alcance

No podemos crear la tecnología y dejarla sola sin educar a la gente, ni entrenar a la inteligencia artificial para que sea una herramienta al servicio del ser humano y no un monstruo que nos destruya. Somos seres tecnológicos y debemos reeducarnos.

Los errores más frecuentes de nuestra Semana Santa

Las cruces son el trampolín para una vida de gozo, más libre y plena frente a Dios. Es tal la adicción al dolor que dejamos de amar y de sentir cuán amados somos por muchos y por el mismo Señor.

Disociarse en Jesús

El Señor es una persona concreta, real, viva y dialogante con quien podemos “disociarnos” en todo momento. A Él podemos acudir en cada respiración o dificultad, en cada éxito o bendición para alabar, para conversar, para pedir, para agradecer, para ofrecer y para vivir plenamente.

Cómo acompañar la muerte sin tropezar

Mirar como si fuera un atardecer que se detiene en mil colores, respiros, estertores, miradas y apretones de manos, que son los últimos adioses en esta dimensión. Es un privilegio de la vida ver la muerte y admirar la belleza de esta migración de regreso al vientre de Dios.

Los ataques contra la mujer

El mal de la vergüenza se traduce en un barullo de voces incansable y cruel que, en cada instante y respiro femenino, le grita que no es suficiente. Este monstruo interno sopla sin piedad en el oído de muchas, diciéndoles que no son suficientemente valiosas.

Inteligencia artificial espiritual

Si, frente a cada disyuntiva, los seres humanos pudiesen consultar su chat espiritual y ver dónde terminarían con cada camino, podríamos bajar los niveles de individualismo, consumismo, narcisismo y destrucción inconsciente que padecemos en la actualidad.