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Trinidad Ried

Trinidad Ried

Cuidado con abusar del abuso

El abuso no es una palabra para abusar, sino que hay que ser en extremo rigurosos en su uso, en su juicio y más aún en adueñarse de un lado de la trinchera sin ver la globalidad y su altísima complejidad.
Virgen María

Los secuestros de María

María siempre se presenta con una imagen almibarada y dulce, ajena a la realidad. Es quien se enfrenta al demonio y lo vence bajo sus pies. En el Magníficat, denuncia la riqueza robada por algunos y pone en el primer puesto a los pobres.

DJ del alma

Si todas las “voces” y canciones con las que dialogamos internamente fuesen verdaderas, buenas y bonitas (en el sentido de significativas y trascendentes), nuestra fiesta sería una verdadera fiesta.

¡De por vida!

Vivir de verdad es leer cada página que nos toque sin saltar ni una letra con toda su intensidad. Es atravesar el drama con heroísmo y verdad. Es ir en carne viva, sin anestesia y con autenticidad. Es amar y luchar. Es sufrir y gozar.

Desierto florido en el alma

Tomando la metáfora del desierto chileno, es esperanzador pensar que en nuestro corazón (colectivo y personal) están las semillas para volver a renacer como humanidad. Tenemos el potencial para volver a recuperar los colores, las formas, los aromas que sí nos hacen bellos, buenos y verdaderos.

Cara a cara con el mal

Escapa a nuestras manos poder remediar la codicia de un narciso, la violencia de un asaltante, la virulencia de un enfermo mental o la estafa de un sinvergüenza. Lo que sí podemos controlar es no quedarnos pegados en su “barro sucio y mal oliente” y ver que son lunares en un infinito bello y lleno de bondad.

El dolor del duelo

Son las lágrimas, el silencio y el invierno emocional lo que va lavando la herida y dejando que nueva vida comience a germinar. (...) Un día, sin percatarnos, la cicatriz dolerá un poco menos y podremos seguir adelante con el dolor, pero sin que nos inhabilite para vivir con alegría y paz.
Bogotá recibe a agentes de pastoral infantil de todo el país

Ser como niños

Lejos de ser una maldición, ese llamado es el mismo Señor que nos ofrece la oportunidad de rescatar nuestro verdadero ser y hacernos grandes en el amor y en la libertad de integrar lo que somos con lo que hacemos.
ternura beso

¿Y? ¿O? Cuánto nos cambia la vida una letra…

La “Y” nos permite hacer puente con otros y conocer, aceptar, integrar, reparar y aprender de su riqueza, historia, percepción y originalidad. Armando este tejido humano de mutua aceptación, podemos transitar a un modo colaborativo, donde la relación con la tierra y con los más vulnerables es fundamental.
confinamiento

Gratitud

Una sorpresa nos llevará a la otra y, junto con la ayuda recíproca con los demás, iremos generando “ondas expansivas” de gratitud consciente que nos irán llenando de vida y viviremos más plenos y en abundancia.