Francisco reflexiona sobre el llamado universal a la santidad
ÁLVARO ESPINOSA (ROMA) | El papa Francisco dedicó este 19 de noviembre su catequesis durante la Audiencia General de los miércoles a reflexionar sobre el llamado universal a la santidad, recordando que “¡todos podemos ser santos!” y explicando las claves para vivir esta santidad en la vida cotidiana.
Francisco recordó que “un gran don del Concilio Vaticano II es el de haber recuperado una visión decisión de la Iglesia fundada en la comunión, y haber entendido de nuevo el principio de la autoridad y de la jerarquía en esa perspectiva”. Y resaltó que gracias a este hecho, se entiende mejor “que todos los cristianos, como bautizados, tienen una igual dignidad ante el Señor y los une la misma vocación, que es la de la santidad”.
El Papa explicó las líneas generales de lo que significa el don de la santidad: “Antes que nada debemos tener muy presente que la santidad no es algo que nos procuramos nosotros, que obtenemos nosotros con nuestras cualidades y nuestras capacidades”. “La santidad es el rostro más bello de la Iglesia: es redescubrirse en comunión con Dios, en la plenitud de su vida y de su amor. Se entiende, entonces, que la santidad no es una prerrogativa solo de algunos: la santidad es un don que se ofrece a todos, nadie está excluido, por eso constituye el carácter distintivo de todo cristiano”.
De la enérgica manera a la que ya nos tiene acostumbrados añadió que “para ser santos, no es necesario por fuerza ser obispos, sacerdotes o religiosos. ¡Todos estamos llamados a ser santos! Muchas veces, tenemos la tentación de pensar que la santidad se reserva solo a los que tienen la posibilidad de separarse de los asuntos cotidianos, para dedicarse exclusivamente a la oración. ¡Pero no es así!”.
En este sentido, el Papa enumeró diversas maneras para ser santo: “Allí donde trabajas puedes ser santo. Dios te da la gracia de ser santo. Dios se comunica contigo. Allí donde trabajas. En cualquier lugar se puede ser santo si nos abrimos a esa gracia que trabaja en nosotros y nos lleva a la santidad”.
“¿Eres padre o abuelo? Sé santo enseñando con pasión a los hijos y nietos a conocer y seguir a Jesús. ¿Eres catequista, educador o voluntario? Sé santo convirtiéndote en signo visible del amor de Dios y de su presencia al lado de las personas”.
El Santo Padre concluyó afirmando que “cada estado de vida que tengas está abierto el camino a la santidad. No se cansen de seguir este camino” porque “es Dios quien te da la gracia. Lo único que te pide el Señor es que estemos en comunión con el Señor y al servicio de los hermanos”.
- Ver la Audiencia General íntegra:
© Radio Vaticana-Centro Televisivo Vaticano
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