Pliegos
Portadilla del Pliego, nº 3.361

Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco: ¿divergencia o continuidad?

En tiempos de guerras, cercanas y lejanas, y de preocupantes crisis económicas, energéticas y sociales, hablar de la divergencia o la continuidad entre los pontífices contemporáneos podría parecer un tema baladí, pero si tenemos en cuenta que la Iglesia de Cristo esta llamada a ser “signo de unidad de todo el género humano” (GS 42), entenderíamos que esta misión está en entredicho cada vez que la tentación de la división amenaza con paralizarnos en nuestras disputas propias de una Iglesia-estufa. Y no hay Iglesia más paralizada que aquella en la que algunos se dicen en voz baja que, en este pontificado del papa Francisco, al no encajar en sus reduccionismos ideológicos, lo que hay que hacer es “rezar y echarse a un lado a la espera de tiempos mejores”, disfrazando de falsas piedad y humildad el dejar de evangelizar juntos y unidos, que es la única manera de evangelizar, pues sin comunión vana es la misión.