Pliego
Portadilla del Pliego, nº 3.356
Nº 3.356

Las (sin)razones del sedevacantismo actual

Enero de 2023. Pocos días después de entregar a la Biblioteca de Autores Cristianos el manuscrito de mi último libro (‘A las afueras de la cruz. Las sectas de origen cristiano en España’, BAC, Madrid 2023), en el que incluí algún grupo sedevacantista, viajé a Roma con un centenar de alumnos de la asignatura de Religión de 1º de Bachillerato de varios institutos públicos de Zamora. Una noche, en la habitación del hotel, entre salida y salida para velar por el difícil orden y silencio en la zona ocupada por los adolescentes, haciendo ‘zapping’ por las televisiones italianas, me llamó la atención ver la rueda de prensa protagonizada por un fraile franciscano, grabada ese mismo día solo unas horas antes. Cuál sería mi sorpresa al darme cuenta de que estaba convocando al pueblo romano para la elección del nuevo papa.



Una situación surrealista que entendí de esta forma: tras la muerte de Benedicto XVI, el 31 de diciembre anterior, Alexis Bugnolo –así decía llamarse el supuesto fraile– se había dirigido por carta a los cardenales para pedirles que, siguiendo las normas de la Iglesia (constitución apostólica ‘Universi dominici gregis’), convocaran un cónclave para elegir al nuevo obispo de Roma. Una vez que pasaron los 20 días establecidos como plazo máximo, y dado que no había cónclave a la vista, quedaban agotadas las posibilidades del ordenamiento jurídico eclesiástico. Por lo que él, presentándose como un latinista preocupado por la grave situación de la Iglesia, actuaba recuperando una forma de elección pontificia previa a la existencia de los cardenales: la elección por parte del pueblo romano. La cita sería unas semanas después en un hotel de la urbe, al que podrían acudir todos los católicos romanos que acreditaran serlo, durante un horario posterior a la celebración de la Misa ‘pro eligendo Pontifice’.

Ratzinger no renunció

No, no se trataba de una película, ni era un programa de humor. Aquel señor parecía hablar en serio. Y la premisa fundamental era que la Iglesia católica pasaba por un momento de sede romana vacante. Más en el fondo, una convicción que parecía básica para él: el papa Francisco no existe. En su perspectiva, Jorge Mario Bergoglio no es un legítimo ocupante de la cátedra de san Pedro, simplemente porque nunca fue elegido de forma válida. La renuncia de Joseph Ratzinger nunca fue real, de forma que siguió siendo Papa hasta su muerte, y el cardenal venido de Argentina no sería más que un okupa de la Santa Sede, un usurpador.

Al terminar de ver un contenido televisivo tan alucinante, busqué enseguida más información en internet. Navegué por medios de comunicación italianos, pensando que alguien se habría hecho eco de la cuestión porque, por minoritario que fuera el tema, la verdad es que tenía gancho periodístico, y dado el nivel de algunos portales de información religiosa… Pero no encontré nada. Nada, por supuesto, más allá de los propios medios digitales del grupo de Alexis Bugnolo y otros semejantes. Después del revuelo organizado en torno a esta pantomima de elección papal, su figura se desvaneció, siendo repudiado por los demás grupos sedevacantistas –algunos de los cuales lo habían defendido hasta entonces–.

Arrebato cismático

Fue un hecho anecdótico, es cierto. Algunos incluso podrían pensar que contarlo aquí, en ‘Vida Nueva’, supone darles un altavoz inmerecido a personajes que, de otra forma, conseguirían mucha menos notoriedad. Pero cabe que nos preguntemos: ¿fue una caricatura extrema o un síntoma significativo? El ejemplo de Bugnolo, como el de tantos otros que analizaremos en este Pliego, nos muestra lo ridículo que puede llegar a ser un arrebato cismático cuando se lleva hasta el final, cuando un grupo o una persona rompen amarras con la comunión de la Iglesia.

Pensemos en las consecuencias dramáticas y sangrantes, hasta el día de hoy, de las sucesivas rupturas que han hecho pedazos a la Iglesia del Señor. Si los efectos fueron nefastos aun partiendo de intenciones nobles y buenas (¿o no lo eran, en el fondo, las de personas –personas, repito, y no monstruos satánicos– como Miguel Cerulario, Lutero y tantos otros, buscando una mayor fidelidad, autenticidad o renovación?), pero sabiendo que las mejores intenciones pueden desbocarse bajo la influencia de enemigos tan clásicos como el mundo, el demonio y la carne… cuánto más esos arrebatos recientes de soberbia y autoafirmación ideológica revestidos de obediencia a Dios y de defensa de la Tradición de la Iglesia pueden engendrar lo peor. Al menos, división y resentimiento. Y, como digo, con la mejor intención.

Mundos paralelos

El propósito de este Pliego no es hacer escándalo ni señalar con el dedo acusador. Simplemente pretendo mostrar lo que piensan y dicen las principales corrientes sedevacantistas que se mueven en la actualidad. Por supuesto que se trata de grupos muy minoritarios y poco representativos. Pero, frente a lo que podía pasar en otras épocas –pensemos, por ejemplo, en nuestro autóctono Palmar de Troya como fruto cismático del posconcilio–, el mundo globalizado y el entorno digital les proporcionan un impacto inmenso, de forma que pueden influir –y, de hecho, lo hacen– en la forma y en el fondo de las corrientes eclesiales que mantienen una posición crítica (legítima) con el pontificado de Francisco o con alguno de sus aspectos concretos. Por eso conviene conocer lo que hay, los mundos paralelos en los que viven algunos católicos, por estrafalarios que nos parezcan. (…)

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Índice del Pliego

INTRODUCCIÓN: LOS MUNDOS PARALELOS

EL ‘CÓDIGO RATZINGER’

UNA GALAXIA DE GRUPOS Y PERSONAS

  • Pequeño Resto Fiel (Don Minutella)
  • Adoración y Liberación
  • Ejército Remanente
  • Pueblo de María
  • Radio Rosa Mística Colombia
  • Últimos Tiempos
  • César para Jesucristo
  • Macabeo
  • Como Vara de Almendro
  • Patriarcado Católico Bizantino
  • Harpa Dei

ELEMENTOS PARA EL ANÁLISIS Y LA VALORACIÓN

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