Manuel Medina: “La familia es imagen de Dios”

‘Así en la tierra’. Esta expresión del Padre Nuestro antiguo es el título del nuevo “manual de oración” que PPC acaba de incorporar a su respectiva colección. Es una propuesta de Manuel Medina Fernández, un abuelo que ofrece una serie de meditaciones desde el “atardecer de su vida”. “El libro, al adentrarnos en ese Dios que nos abraza, resulta ser una apasionada historia de felicidad, esa de la que no es fácil hablar y que se basa en la alegría de saber que Él está y vive en nosotros”, se lee en la introducción. El autor comparte con Vida Nueva el trasfondo de estas reflexiones.

PREGUNTA- ¿Cómo es la oración de un abuelo?

RESPUESTA- No sé si todos los abuelos rezamos del mismo modo, pero creo que, aunque los usemos en distintas dosis, al ser abuelos manejamos básicamente estos ingredientes:

la gratitud: por lo mucho que hemos ido recibiendo a lo largo de los años.
el asombro: Dios no deja de sorprendernos a través de la naturaleza y de las personas.
la serenidad: pues hemos aprendido que Dios camina lento y nos invita a ir despacio.
la misericordia: porque los años nos van haciendo comprensivos y disculpantes.

Un diálogo íntimo

P.- ¿Y qué propone ese abuelo con este libro una serie de esquemas de oración relativamente amplios ordenados a lo largo de los momentos del día?

R.- Cada uno construimos nuestra oración. Desde nuestras experiencias, inquietudes y reflexiones abrimos un diálogo con Dios. Las oraciones del libro han surgido así, al repensar ante el Señor los temas que en cada momento me han afectado. Pero sólo pretenden ser simples invitaciones para que el lector construya sus propias oraciones al asomarse cada día a la ventana de su vida.

P.- Los motivos de oración están entrecruzados con experiencias de su vida, desde la ingeniería a la vida familiar. ¿Podemos decir que, en cierto modo, la oración también se encarna en las vivencias de cada uno?

R.- Así es. Nuestra oración individual está entrelazada con nuestra vida personal. Es un diálogo íntimo con Dios en el que aportamos “nuestro yo y nuestra circunstancia” y Él nos responde, con sus palabras antiguas, recogidas en la Escritura, y también con las palabras nuevas que nos dirige a cada uno cuando hablamos con Él.

La familia, imagen de Dios

P.- Varias veces se deja entrever que la experiencia familiar es clave para entender a un Dios que es Trinidad. ¿Qué mirada ofrece Dios a nuestras familias?

R.- Dios es Trinidad, es una relación de amor entre tres personas, es una familia divina. Ninguna analogía vale para explicar a otras personas el Dios en el que creemos los cristianos, pero mi analogía preferida es la familia. Creo que la familia es imagen de Dios.

Uno en el Amor y Trino en Personalidad, Dios invita a cada familia al amor incondicional entre sus miembros y al respeto a la libertad de las diferentes personalidades y vocaciones de cada uno de ellos.

P.- En el libro no solo hay textos de Manuel Medina, también algunas fotografías. ¿Puede la imagen evocar una oración?

R.- Sin duda. En la primera fotografía del libro estoy con mis nietos en el patio del Instituto San Isidro de Madrid en el que arrancó mi compromiso cristiano. La evocación de mi adolescencia expresa mi deseo de que también Jesús irrumpa en la de ellos.

Las fotografías del libro quieren ayudar a transmitir mis reflexiones orantes. Además de editar muy bien mis fotografías PPC las ha complementado con otras de varias fuentes.

Además de la fotografía, la poesía, la pintura, todas las artes y también la naturaleza y la gente, tienen ecos divinos. Todo puede invitarnos a conversar con Dios.

De la oración al encuentro

P.- Los derechos de la obra van destinados a un fin social. ¿Qué es la Fundación Romeo?

R.- Al llegar a la Universidad conocí, y me incorporé, a las comunidades laicas CEMI fundadas por un religioso marianista, José Antonio Romeo, quien, para evitar que personas desfavorecidas caigan en la exclusión social, creó también la Fundación que lleva su apellido.

Esta Fundación tiene desde hace años un local en Vallecas, sede del Club Los Amigos, que gestionan los mismos beneficiarios, y una casa antigua en Ventas, con varios pisos de alquiler reducido. Recientemente ha adquirido un piso en Sevilla con la misma finalidad de dar alojamiento a quienes no pueden conseguirlo.

Jesús, después de orar en soledad, bajaba del monte a enseñar y a curar enfermos. Y es que la oración conduce siempre al encuentro y a la relación amorosa con quienes nos rodean y a la disponibilidad y solidaridad generosa con quienes sufren.