El presidente del Gobierno de Canarias invita al papa Francisco a visitar las islas para conocer la realidad migratoria

  • Fernando Clavijo ha entregado al Pontífice cartas de algunos de los 4.521 menores migrantes no acompañados que han llegado al archipiélago
  • Los obispos de las dos diócesis canarias le han dado a Jorge Mario Bergoglio un informe sobre la situación humanitaria
  • Los niños escriben al Pontífice: “Todo lo que queremos es tener una oportunidad”

El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, con el papa Francisco

El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha invitado al papa Francisco a hacer escala en las islas cuando viaje a Argentina, un destino que el propio Pontífice confirmó este domingo en una entrevista en la televisión italiana que tiene previsto para el segundo semestre del año.



El también secretario general de Coalición Canaria le ha trasladado esta invitación para que toque de cerca la realidad migratoria del archipiélago, que ha cerrado 2023 con 40.027 personas migrantes llegadas a sus costas, la cifra más elevada desde 2006. Sin embargo, la estadística no recoge a todos aquellos que murieron en el intento.

El presidente se ha reunido hoy con Jorge Mario Bergoglio en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano y le presentó un informe sobre la situación migratoria en un breve encuentro de diez minutos, posteriormente se ha unido, durante 30 minutos, el resto de la delegación, formada por el vicepresidente del Gobierno de Canarias, Manuel Domínguez; la consejera de Presidencia, Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, Nieves Lady Barreto; y la titular de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias, Candelaria Delgado. Asimismo, también han acudido los obispos de la Diócesis de Tenerife, Bernardo Álvarez; el obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos; y su auxiliar, Cristóbal Déniz.

La preocupación eclesial

Los prelados expresaron su preocupación por el alarmante incremento de la crisis migratoria en Canarias, las consecuencias que esta situación aporta a quienes llegan a nuestras costas y la falta de recursos para dar una respuesta eficiente de acogida e integración”, según expone la Diócesis de Canarias en un comunicado.

Los obispos de las dos diócesis canarias han entregado al Papa un informe manifestando que la migración en las islas se centra en tres grandes problemáticas: “La muerte de miles de personas en la ruta atlántica; la estancia prolongada de los menores en los centros de atención para migrantes, en los que no reciben el proceso adecuado de integración social para lograr una vida digna; y el futuro incierto que se le presenta a estas personas cuando se les traslada a la península, una cuestión que la Iglesia intenta paliar promoviendo corredores de hospitalidad”.

Clavijo, que ha atendido a los medios en las inmediaciones del Vaticano, ha dejado claro que Francisco “no ha confirmado” el viaje: “No hemos entrado al detalle de esa escala, porque obviamente eso tendrá que resolverse con la parte del protocolo. Pero sí le hemos transmitido el deseo y el anhelo de que pueda hacer la escala en Canarias”.

“Conocimiento” papal de la realidad canaria

El presidente canario se ha mostrado sorprendido de que el Papa tuviera tal “conocimiento” de la presión migratoria que vive su comunidad autónoma. “Nos acentuaba la importancia que tiene la inversión en África para evitar esta huida masiva de la población de los distintos países africanos hacia el resto de Europa”, ha indicado, según recoge Europa Press.

Clavijo también ha hecho hincapié en que esta cita con el Papa ha hecho que la ruta atlántica, una ruta altamente mortífera, “que parece que no existía”, haya quedado “fijada”. “Estamos hablando de que en 2023 llegaron a nuestras costas el 70% de todos los inmigrantes que vinieron a España, y de que cada día mueren 16 personas intentando encontrar un futuro mejor”, ha lamentado, al tiempo que ha destacado que el Papa les ha agradecido la “solidaridad” del pueblo canario en la acogida de “aquellos que vienen huyendo del hambre y de la muerte”.

“Canarias les necesita”

Por su parte, Manuel Domínguez ha insistido en la “necesidad” de que los menores no acompañados que llegan a Canarias sean “atendidos por el Gobierno central” y ha mostrado su “preocupación” por “el hecho de poder trasladar o transferir las competencias de inmigración a Cataluña”.

“Algunas otras comunidades ya se están sumando a esa petición, algo que nos preocupa porque creo que este no tiene que ser un problema único y exclusivamente de quienes más cerca estamos del territorio africano, sino de todas las comunidades autónomas, que no se debe basar única y exclusivamente en la solidaridad, sino que tiene que estar regulado por ley”, ha advertido.

En este sentido, enmarca este encuentro, que ha calificado de “importante”, en los esfuerzos del Gobierno regional “para hacer saber al resto del mundo que Canarias les necesita”, que “los inmigrantes que llegan a nuestra tierra les necesitan, que nosotros solos no seremos capaces de afrontar una situación como esta”, pese a que ha dejado claro que hay una predisposición solidaria “para poder atenderles” y se está apostando “por recibirles y poder ayudarles”.

“Hoy, Su Santidad ha sido fundamental para hacer saber y hacer notar al resto del mundo la importancia que está teniendo este asunto migratorio que se está produciendo en nuestra tierra”, ha añadido el vicepresidente popular.

Carta de menores no acompañados para Francisco

La comitiva canaria ha hecho entrega de una serie de objetos al Papa para acercarle la realidad del drama humanitario. Entre ellos, diversas cartas que dan voz a los más de 4.500 menores extranjeros no acompañados que en los últimos meses han llegado a Canarias y que hoy conviven en las islas buscando una oportunidad de vida futura. “Es un librito con una carta de niños inmigrantes, 4.521, con sus deseos y su agradecimiento al Papa”, ha asegurado Domínguez.

“Querido papa Francisco, nosotros nos llamamos África” y “todo lo que queremos es tener una oportunidad”, así comienza la misiva de los niños llegados en cayuco a El Hierro. “Algunos llevamos ocho meses en España, otros tres meses, unos solo un mes. Tenemos amigos con solamente una semana, otros apenas están llegando. Todos tenemos un objetivo común: luchar por un futuro mejor, en el que la vida nos lleve a hacer lo que deseamos”, le dicen, según recoge EFE.

En el texto, de folio y medio, los niños le cuentan al Papa que cuando se lanzaron al mar sabían que quizás no llegasen, pero que les movía la esperanza. “La esperanza de tener esa oportunidad se impone y nos hace seguir adelante”, aseguran.

Los niños subrayan que no ha sido fácil para ellos dejar atrás a sus familiares, pero no veían otro remedio: “Allí corremos peligro, no podemos estudiar, no hay trabajo para darle de comer a la familia, es muy difícil continuar allí sin que nuestro corazón deje de creer en las oportunidades”. “Al igual que muchos niños del mundo, nos gusta jugar al fútbol, bailar, cantar, jugar a la ‘play’, ver dibujos animados y, cuando crecemos un poquito, también nos gusta cumplir sueños. Tenemos algunos amigos que quieren trabajar aquí”, añaden.

“Ahora sabemos que no solo existe la agricultura y la construcción”, dicen. Y El Hierro también les ha enseñado que “no solamente existe el fútbol”, sino otros deportes con mucha raíz en esa isla, como la lucha canaria, que ya varios de ellos practican.

Dulces laguneros para el Papa

Con la carta de los niños, Francisco ha recibido una segunda misiva de un joven guineano que llegó en patera a Canarias en 2008 también como menor y que hoy trabaja como educador, Mamadou Malal Diallo. En ella le cuenta su historia y sus planes y le confiesa que nunca tendrá “suficientes palabras de agradecimiento para la sociedad española en general y para la canaria en particular”.

También le hace un ruego: “No soy nadie para pedirle nada a Su Santidad, pero si usted lo ve oportuno y conveniente, podría dedicarle unas palabras de aliento al pueblo africano (…) Sería escuchado en todo el mundo”.

Además, también le han obsequiado con unos dulces de La Laguna (Tenerife) y con un manuscrito de la bula Pastor Bonus del Papa Pío II, expedida en 1462, apoyando al entonces obispo de Canarias, Diego López de Illescas, en la que le concedía diversos privilegios para dar la excomunión a quién esclavizase a los aborígenes de las islas.

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