¿Cómo debe ser nuestra confianza en Dios?


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La semana pasada salía la noticia de que la colombiana Karol G (léase: ‘carol yi’) publicaba un nuevo tema titulado ‘S91’. En su cuenta de Instagram decía: “Cuando estamos en una situación difícil, dolorosa, incómoda, la evitamos, no la aceptamos, nos oponemos, cuando en realidad a veces solo deberíamos dejarnos llevar porque Dios, el universo o en lo que sea que tú creas tiene un plan mucho mejor”. Al parecer, el título de la canción hace referencia al Salmo 91, que su madre le recitaba de niña. Sin embargo, si uno lee la letra –confieso que me cuesta entenderla pronunciada por la dizque artista–, el texto del salmo brilla por su ausencia (al menos yo no he sabido captarlo).



Y es una lástima, porque el Salmo 91 (o 90 en la numeración litúrgica) es una preciosidad, uno de los que los monjes cistercienses rezan cada noche (junto con el Salmo 4) en la oración de Completas. Es un salmo de confianza (¿una liturgia de enfermo o de asilo en el templo?) en el que se insiste en la protección divina bajo las imágenes del refugio (sombra, alcázar, alas, plumas, escudo, armadura) y el camino (compañía). Por otra parte, el poema está repleto de alusiones mitológicas, como si se quisiera mostrar que la amenaza para la vida del ser humano es absoluta, aunque el salmo pone de relieve que la respuesta divina a esa amenaza es aún más eficaz. Así, en el v. 5 se habla del “espanto nocturno”, una probable alusión a ese demonio que en la Biblia –y sobre todo en la tradición judía– se asociará a Lilit, cuyo origen está en la Lilitu mesopotámica, un demonio femenino ligado a las tempestades y que era portadora de enfermedades y muerte.

Llevar en palmitas

Una curiosidad es la que encontramos en los vv. 11-12: “Porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. Te llevará en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra”. Aparte de ser un texto citado luego en el Nuevo Testamento, concretamente en el relato de las tentaciones, como argumento que esgrime el diablo para que Jesús se tire desde el alero del templo sin sufrir daño (Mt 4,5-6), podría estar en el origen, según el P. Luis Alonso Schökel, de nuestra expresión “llevar en palmitas”.

Karol G Salmo 91

No puede resultar sorprendente que, en los primeros versículos del salmo (1-2), Dios sea llamado con cuatro nombres –Altísimo, Todopoderoso, Yahvé y Dios–, de modo que la acumulación tiene el efecto de llenarlo todo. Para el creyente –incluyendo a Karol G–, el Señor está a su lado, por eso no ha de temer.