Obispos antillanos se la juegan por el Sínodo y anuncian su propia versión para 2025

A la luz de su realidad aprobaron “de manera unánime” emular el camino sinodal convocado por el papa Francisco

Los Obispos de Antillas se la juegan por el Sínodo 2021-2024

Los Obispos de Antillas se la juegan por el Sínodo 2021-2024 y al cierre de su 68.ª asamblea plenaria han anunciado su propia versión para 2025 con el Año del Jubileo.



Mencionaron que a la luz de cuatro temas: evangelización y formación del discipulado, educación católica, iglesia doméstica y vocación, aprobaron “de manera unánime” rmular el camino sinodal convocado por el papa Francisco.

“Comunión, participación y misión”, bajo estas tres palabras tropicalizarán la apuesta universal, que empezará bajo una lógica similar de “abajo hacia arriba” comenzando por familias, parroquias, diócesis hasta reunir todas las jurisdicciones antillanas en plenaria.

Este sínodo antillano estará especialmente dirigido a sus regiones inglesas, francesas y holandesas principalmente.

“Tomando la experiencia sinodal de la Iglesia Universal (Global), el Sínodo organizado por la Conferencia episcopal de las Antillas se lanzará en el año jubilar de 2025”, explicaron.

Solidarios con Haití

Los prelados antillanos también han abordado la crisis de Haití, que este 25 de abril ha elegido un Consejo presidencial de transición. Por lo que se han comprometido en ayudar “en oración y materialmente” para ayudar a sus colegas haitianos a enfrentar la dura situación.

Para concretar estas intenciones, han convocado a una colecta solidaria en todas sus jurisdicciones eclesiales y “así captar fondos que destinaremos para la ayuda pastoral que se realiza en el hermano país”.

Por otra parte, Clyde Harvey, obispo de Saint George’s en Granada, abordó la delicada situación, luego de su renuncia al gobierno pastoral por límite de edad. El papa Francisco le ha permitido permanecer en funciones, lo que ha generado el malestar en algunos sectores de esta Iglesia particular.

Ha sido una reacción desproporcionada – cuenta el prelado afectado – que ha generado “fricciones internas” toda vez que la Asamblea de obispos antillanos se ha solidarizado con su hermano ante los duros ataques e invitado a la feligresía ‘disidente’ a buscar caminos de diálogo y fraternidad. Por supuesto, en el marco del derecho canónico.

Foto: Conferencia Episcopal de Antilla

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