Transcripción íntegra de la meditación del Papa: “Oh Cruz de Cristo”
M. PÉREZ | El Viernes Santo ha dejado una jornada de frenética actividad en la Ciudad Eterna. Y es que, tras la Pasión del Señor en la Basílica Vaticana, los miles de turistas que visitan estos días Roma han podido acudir a una de las celebraciones más numerosas y más espectaculares de la Semana Santa romana: el Vía Crucis nocturno que cada año preside en el Coliseo el Papa. Una celebración en la que el Francisco ha clamado en contra de las injusticias que destruyen nuestro mundo hoy.
Este Viernes Santo, las estaciones alrededor del Coliseo romano se han celebrado en medio de unas fuertes medidas de seguridad, adoptadas por la gendarmería vaticana y los servicios de seguridad italianos tras los atentados del pasado martes en Bruselas.
La cruz ha sido portada por fieles católicos de diversas nacionalidades, entre ellos latinoamericanos de Paraguay, Ecuador, Bolivia y México (países que el Papa ha visitado recientemente); así como los sirios Haddad Rana y Yousef Saghir; y los hermanos franciscanos de Tierra Santa, en representación de los lugares donde el cristianismo es perseguido en la acualidad.
Al finalizar las estaciones, Francisco ha pronunciado una pequeña (y muy bella) oración escrita por él mismo en torno a la cruz de Cristo, que transcribimos íntegra:
Oh Cruz de Cristo
* Oh Cruz de Cristo, símbolo del amor divino y de la injusticia humana, icono del supremo sacrificio por amor y del extremo egoísmo por necedad, instrumento de muerte y vía de resurrección, signo de la obediencia y emblema de la traición, patíbulo de la persecución y estandarte de la victoria.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo alzada en nuestras hermanas y hermanos asesinados, quemados vivos, degollados y decapitados por las bárbaras espadas y el silencio infame.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los rostros de los niños, de las mujeres y de las personas extenuadas y amedrentadas que huyen de las guerras y de la violencia, y que con frecuencia sólo encuentran la muerte y a tantos Pilatos que se lavan las manos.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los doctores de la letra y no del espíritu, de la muerte y no de la vida, que en vez de enseñar la misericordia y la vida, amenazan con el castigo y la muerte y condenan al justo.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los ministros infieles que, en vez de despojarse de sus propias ambiciones, despojan incluso a los inocentes de su propia dignidad.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los corazones endurecidos de los que juzgan cómodamente a los demás, corazones dispuestos a condenarlos incluso a la lapidación, sin fijarse nunca en sus propios pecados y culpas.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los fundamentalismos y en el terrorismo de los seguidores de cierta religión que profanan el nombre de Dios y lo utilizan para justificar su inaudita violencia.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los que quieren quitarte de los lugares públicos y excluirte de la vida pública, en el nombre de un cierto paganismo laicista o incluso en el nombre de la igualdad que tú mismo nos has enseñado.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los poderosos y en los vendedores de armas que alimentan los hornos de la guerra con la sangre inocente de los hermanos, y dan de comer a sus hijos el pan ensangrentado.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los traidores que por treinta denarios entregan a la muerte a cualquier persona.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los ladrones y en los corruptos que en vez de salvaguardar el bien común y la ética se venden en el miserable mercado de la inmoralidad.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los necios que construyen depósitos para conservar tesoros que perecen, dejando que Lázaro muera de hambre a sus puertas.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los destructores de nuestra “casa común” que con egoísmo arruinan el futuro de las generaciones futuras.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los ancianos abandonados por sus propios familiares, en los discapacitados, en los niños desnutridos y descartados por nuestra sociedad egoísta e hipócrita.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en nuestro Mediterráneo y en el Mar Egeo convertidos en un insaciable cementerio, imagen de nuestra conciencia insensible y anestesiada.
* Oh Cruz de Cristo, imagen del amor sin límite y vía de la Resurrección, aún hoy te seguimos viendo en las personas buenas y justas que hacen el bien sin buscar el aplauso o la admiración de los demás.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los ministros fieles y humildes que alumbran la oscuridad de nuestra vida, como candelas que se consumen gratuitamente para iluminar la vida de los últimos.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en el rostro de las religiosas y consagrados –los buenos samaritanos– que lo dejan todo para vendar, en el silencio evangélico, las llagas de la pobreza y de la injusticia.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los misericordiosos que encuentran en la misericordia la expresión más alta de la justicia y de la fe.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en las personas sencillas que viven con gozo su fe en las cosas ordinarias y en el fiel cumplimiento de los mandamientos.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los arrepentidos que, desde la profundidad de la miseria de sus pecados, saben gritar: Señor acuérdate de mí cuando estés en tu reino.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los beatos y en los santos que saben atravesar la oscuridad de la noche de la fe sin perder la confianza en ti y sin pretender entender tu silencio misterioso.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en las familias que viven con fidelidad y fecundidad su vocación matrimonial.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los voluntarios que socorren generosamente a los necesitados y maltratados.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los perseguidos por su fe que con su sufrimiento siguen dando testimonio auténtico de Jesús y del Evangelio.
* Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los soñadores que viven con un corazón de niños y trabajan cada día para hacer que el mundo sea un lugar mejor, más humano y más justo.
* En ti, Cruz Santa, vemos a Dios que ama hasta el extremo, y vemos el odio que domina y ciega el corazón y la mente de los que prefieren las tinieblas a la luz.
* Oh Cruz de Cristo, Arca de Noé que salvó a la humanidad del diluvio del pecado, líbranos del mal y del maligno. Oh Trono de David y sello de la Alianza divina y eterna, despiértanos de las seducciones de la vanidad. Oh grito de amor, suscita en nosotros el deseo de Dios, del bien y de la luz.
* Oh Cruz de Cristo, enséñanos que el alba del sol es más fuerte que la oscuridad de la noche. Oh Cruz de Cristo, enséñanos que la aparente victoria del mal se desvanece ante la tumba vacía y frente a la certeza de la Resurrección y del amor de Dios, que nada lo podrá derrotar u oscurecer o debilitar. Amén.
CRÓNICAS COMPLETAS: ASÍ HA SIDO SEMANA SANTA 2016 DEL PAPA FRANCISCO:
- Domingo de Ramos: Francisco lamenta la situación de los refugiados
- Misa Crismal del Jueves Santo: Francisco pide a los sacerdotes administrar la Misericordia de manera “dulce y confortadora”
- Jueves Santo: el Papa se arrodilla para lavar y besar los pies de doce refugiados
- Vía Crucis del Viernes Santo: Francisco clama contra el fundamentalismo y el terrorismo
- Transcripción íntegra de la oración ‘Oh Cruz de Cristo’
- Vigilia Pascual del Sábado Santo: el Papa exhorta a los católicos a “abrirse a la esperanza”
- Mensaje ‘Urbi et Orbi’: el Papa lleva el “mensaje consolador de Jesús” a los conflictos del mundo