Francisco exhorta a los católicos a "abrirse a la esperanza" durante la Vigilia Pascual del Sábado Santo

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Francisco entra en la Basílica Vaticana portando el cirio pascual

M. PÉREZ | La Ciudad Eterna ha vivido un Sábado Santo de grandes contrastes: por un lado, la algarabía de los miles de turistas que recorrían las soleadas calles romanas, en las que aún resonaban con fuerza las palabras del papa Francisco la pasada noche durante el Vía Crucis en el Coliseo. Por otro lado, el silencio sepulcal en todos y cada uno de los sagrarios que, vacíos, aguardaban la hora de la Vigilia Pascual. A las ocho y media de la noche, Francisco ha entrado en la Basílica Vaticana cirio en mano, velando por la llegada del Señor y recordando una vez más que “el alba del sol es más fuerte que la oscuridad de la noche”.

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Según ha informado el Vaticano, en la Vigilia Pascual recibirán el bautismo doce catecúmenos: seis albaneses, dos coreanos y otras personas de India, China, Camerún e Italia. Durante la celebración, Francisco ha pronunciado una homilía [ver homilía completa], de la que extractamos las frases más relevantes:

1. “Al igual que Pedro y las mujeres, tampoco nosotros encontraremos la vida si permanecemos tristes y sin esperanza y encerrados en nosotros mismos”.

2. “Que el Señor nos libre de la terrible trampa de ser cristianos sin esperanza, que viven como si el Señor no hubiera resucitado y nuestros problemas fueran el centro de la vida”.

3. “Continuamente vemos problemas cerca de nosotros y dentro de nosotros. Siempre los habrá, pero en esta noche hay que iluminar esos problemas con la luz del Resucitado, en cierto modo hay que ‘evangelizarlos’. No permitamos que la oscuridad y los miedos atraigan la mirada del alma y se apoderen del corazón”.

4. “La esperanza no es simple optimismo, ni siquiera una actitud psicológica o una hermosa invitación a tener ánimo. La esperanza cristiana es un don que Dios nos da si salimos de nosotros mismos y nos abrimos a él. Esta esperanza no defrauda porque el Espíritu Santo ha sido infundido en nuestros corazones”.

5. “Queridos hermanos y hermanas, ¡Cristo ha resucitado! Abrámonos a la esperanza y pongámonos en camino; que el recuerdo de sus obras y de sus palabras sea la luz resplandeciente que oriente nuestros pasos confiadamente hacia la Pascua que no conocerá ocaso”.

Este es el penúltimo acto de la Semana Santa, que precede a la misa del Domingo de Resurrección (será en la Plaza de San Pedro a las 10:15 horas), en la que el Papa leerá su mensaje de la Pascua e impartirá la tradicional bendición Urbi et Orbi. Síguelo todo en vidanueva.es