Desde que la fundara el padre Villén
SOLEDAD DEL CAÑIZO | Hace 49 años, el entonces jesuita Francisco Villén realizaba las primeras pruebas de voz a los pioneros en incorporarse al equipo de Radio ECCA, fundada por él. “Por favor, rece el Padrenuestro”, pedía a los aspirantes. La mayor parte, educadores que trabajaban en una campaña de alfabetización de adultos en las Islas Canarias, mantenían una actitud escéptica a la propuesta del que llamaban “el cura de la radio”.
“Lo que pretendo es enseñar a leer y escribir por radio”, explicaba el religioso andaluz en una reunión en Las Palmas, en 1964, en la que se convocó a los potenciales profesores que debían enseñar desde las ondas: “Tenemos que llegar a la gente más necesitada y que no tienen una escuela cercana”, insistía el padre Villén con su característica pasión.
Medio siglo después, lo que empezó siendo un equipo de cuatro profesores a cargo de apenas 300 alumnos, se ha acabado extendiendo de tal modo que abruma: más de dos millones de alumnos han sido los que, hasta hoy, han pasado por las aulas de Radio ECCA; unas 30.000 al año. Una amplia labor educativa por la que la emisora ha sido premiada en numerosas ocasiones.
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En el nº 2.889 de Vida Nueva
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