Después de los obispos franceses, le toca el turno a los polacos. Una vez superada la fase más aguda de la pandemia de coronavirus, que obligó a cancelar todo tipo de encuentros, en el Vaticano se han retomado las periódicas visitas ‘ad limina Apostolorum’. Este lunes, 4 de octubre, comienza la estancia de los prelados de Polonia en Roma, adonde llegan divididos en cuatro grupos según la división administrativa de las provincias eclesiásticas de este país de Europa oriental. Todos ellos mantendrán audiencias con el papa Francisco, serán recibidos por los representantes de los dicasterios vaticanos y concelebrarán la Eucaristía en las cuatro basílicas mayores de la Ciudad Eterna.
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La visita ‘ad limina’ de los obispos polacos, que será concluida por su último grupo el 30 de octubre, está marcada por la crisis de los abusos sexuales a menores que ha golpeado la Iglesia local. Como antes ocurrió en Irlanda, Estados Unidos, Australia, Chile o Alemania, entre otras naciones, también la comunidad católica polaca se ha visto sacudida en los últimos años por esta lacra, que ha provocado que cuatro obispos hayan tenido que dimitir por encubrimiento y que otros tres prelados, ya jubilados, hayan sido sancionados.
El pasado mes de junio, el arzobispo de Varsovia y primado de Polonia, Woijciech Polak, presentó el último informe estadístico de la Comisión de la Pedofilia de la Iglesia polaca. Este documento revela que entre mediados de julio de 2018 y finales de 2020 se produjeron 368 casos de abusos sexuales a menores cometidos por 292 clérigos. Salieron además a la luz 382 episodios cometidos en los años anteriores. Polak pidió en aquella ocasión “perdón” por estos sucesos y dio las gracias a las víctimas que se atrevieron a denunciar porque así “ayudan a limpiar la Iglesia”.
“Secretismo y desconfianza”
En septiembre los obispos polacos ejercieron de anfitriones en la conferencia organizada en Varsovia por la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, en la que participaron representantes de los episcopados de 20 países de Europa central y oriental. El encuentro tuvo por título ‘Nuestra misión común de salvaguardar a los hijos de Dios’.
Como escribió en Vatican News Hanna Suchocka, catedrática de Derecho Constitucional, primera ministra de Polonia entre 1992 y 1993 y miembro de la citada comisión vaticana, la Iglesia de las naciones de Europa central y oriental “está tomando conciencia” del problema de la pederastia, aunque “sigue existiendo una arraigada mentalidad de secretismo y desconfianza, herencia del pasado comunista”.
