¿Qué dicen los números en la Biblia?


Compartir

Hace unos días he tenido la ocasión de ver una de esas series que emiten las nuevas plataformas televisivas. Se trata de ‘Shtisel’, que es el nombre de la familia de judíos ultraortodoxos que viven en Jerusalén y cuyas aventuras y desventuras cuenta la serie.



En el primer capítulo, el joven Akiva (o Kive) Shtisel –uno de los grandes protagonistas– entra en el aula del ‘jeder’ –la escuela elemental tradicional– donde sustituye a un maestro que está de baja. Allí les dice a los muchachos que seguirán estudiando donde se han quedado: en la parte en que “un buey que corneó a una vaca”. Y pregunta a los chicos en qué página de la ‘Guemará’ –una parte del Talmud– se encuentra el pasaje. Ellos no responden, y él les dice que en la p. 46, “porque la vaca hace: ‘Mu’”. Los muchachos no parecen entender a qué se refiere su nuevo maestro y, simplemente, se ríen.

Shtisel

Pero Akiva Shtisel está haciendo uso de un recurso del rabinismo llamado ‘gematría’, que consiste en jugar con el valor numérico de las letras, ya que en hebreo no existían signos para los números. Así, el valor de la letra ‘mem’ (eme) y de la ‘waw’ (que se emplea para la u) suman 46.

Catorce

Este recurso de la gematría, junto con otras técnicas y principios, sirvió a los maestros judíos para leer la Escritura y obtener nuevos sentidos para su vida. También el cristianismo de los orígenes, como fenómeno que, en definitiva, procedía del judaísmo, empleó estos recursos para hacer teología. Así al menos lo consideran muchos autores cuando leen textos como este, con que concluye la genealogía de Jesús en el primer capítulo del evangelio de san Mateo: “Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Cristo, catorce” (Mt 1,17).

En efecto, algunos autores, entre ellos el gran especialista español Alejandro Díez Macho (1916-1984), consideran que la clave del versículo, obviamente, está en el número 14. Con la gematría en la mano, una palabra que suma 14 es precisamente “David” (d = 4; v = 6; d = 4; en hebreo, las vocales no cuentan). De modo que lo que el evangelista estaría haciendo es invocar tres veces el nombre de David sobre Jesús, una forma de decir que Jesús es el Mesías, el Hijo de David.