El comienzo de un año nuevo es tiempo propicio para renovarnos, para las buenas intenciones y promesas de cambio, para pasar la página del año que termina y empezar de NUEVO
La sociedad materialista, mercantilista y consumista ha logrado manipular y vaciar de contenido las principales celebraciones de los seres humanos en todo el orbe.
Durante siglos, Europa ha sido un campo de batalla, pero los horrores de la Segunda Guerra Mundial y los regímenes políticos que la provocaron han arraigado en los europeos un profundo deseo de paz y respeto de la dignidad humana.
El papa Francisco, hace ocho años, emitió la encíclica 'Laudato si'' que llama a la acción y destaca la interconexión entre la fe y el cuidado del planeta.
El papa Francisco ha indicado que, la crisis ecológica en nuestro planeta tiene su base en la “raíz humana”. El hombre herido por el pecado ha tomado como de su propiedad el planeta, nuestra Casa común.
En la encíclica 'Laudato si'', el papa Francisco escucha el clamor de la Madre Tierra, el melodioso sonido del correr del agua vital para la vida y el aire puro que nos permite respirar, en un contexto donde los desafíos sociales y ambientales son de suma urgencia.
Dentro de la vida social de los seres humanos no podemos separar el cuidado del medio ambiente y estilo de vida de la persona misma, eso implica que la ecología ha de ser integral, humana, porque, el cambio climático, definitivamente, es fruto del comportamiento humano
Nunca estamos lo suficientemente preparados para afrontar la adversidad, pero renace la esperanza cuando la comunidad trabaja unida y hay solidaridad de parte de todas las entidades.
“Del Señor es la tierra y cuanto hay en ella”, rezamos en el Salmo 24. Esto significa, para nosotros, que todo lo que tenemos pertenece al Señor Dios, y si pertenece a Él, entonces es para todos, y es de todos, ya que Dios así lo pensó y lo creó.