El compositor Ennio Morricone, de 91 años, ha sido galardonados con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2020, un reconocimiento que compartirá con otro músico igualmente conocido por ser el autor de bandas sonoras originales de películas: y John Williams. Ambos se han impuesto ha 42 candidaturas procedentes de 21 países.
En el caso del artista romano, debutó en la gran pantalla creando la música de ‘El federal’, de Luciano Salce’, al que siguieron, entre otras, ‘El Bueno, el feo y el malo’ y ‘Cinema Paradiso’. Suma y sigue hasta sumar la banda sonora de más de cuatrocientos filmes, entre los que destaca “La misión”, que el propio creador italiano considera su obra cumbre.
El plan B
Tan brillante le parecía el guión de la película que llegó afirmar que no necesitaba banda sonora. Y eso que, en un primer momento, no le dio precisamente alegrías en lo profesional. Entre otras cosas, porque Morricone se acabó enterando de que él era el plan B del productor del filme, que apostaba por Leonard Bernstein.
Por otro, a pesar de lo impecable del resultado final, no se llevó el Oscar, que recayó en manos de Herbie Hancock por ‘Alrededor de medianoche’, cuando gran parte de los temas no eran originales. Hubo enfado de Morricone y la historia ha acabado encumbrando ‘La misión’, dando la clave para relatar los vaivenes jesuíticos en el Nuevo Mundo. Finalmente se llevaría la estatuilla en 2016 por “The Hateful Eight” de Tarantino, diez años después de recibir el Óscar honorífico.
Restauración de la Compañía
Sin embargo, no es ‘La misión’ su única obra confesional. Su esposa siempre le había insistido en que compusiera una misa. Pero no se atrevía, no se veía preparado. Hasta que el jesuita rector de la iglesia del Gesù de Roma y vecino de la pareja, le animó a hacerlo en 2012 . Morricone tenía el ‘runrún’, pero fue la elección de Francisco como papa en 2013 lo que le llevó a dar el paso. Así nació ‘Missa Papae Francisci’. De nuevo, su creatividad daba rienda suelta de la mano de los jesuitas para conmemorar el 200 aniversario de la restauración de la Compañía de Jesús.
Y aunque el Papa no pudo asistir al estreno de la obra en junio de 2015, porque tuvo una audiencia con el presidente ruso Vladimir Putin, sí les recibió a él y a su mujer días antes: “Rompimos a llorar. Él nos miraba en silencio. Solo después de unos minutos logré hablar y le expliqué como surgió todo”.
La voz de Lampedusa
La conciencia social de este profundo creyente le llevó a crear también ‘La voz de los sumergidos’, una canción en el que se alternan gritos y llantos como denuncia de la desesperación que viven los migrantes en el Mediterráneo, una composición que brotó de su corazón cuando Bergoglio denunció ante el mundo el drama de Lampedusa.
Por todo esto, en abril de 2019, Morricone recibió la Medalla de Oro del Papa Francisco, de manos del cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio de la Cultura, en una en una ceremonia celebrada en la iglesia de Sant’Agnese in Agone de Roma, que incluyó una actuación de la ‘Pasión Según San Juan’ de Johann Sebastian Bach.
“La música ciertamente está cerca de Dios”, admite el creador que sabe que cualquier melodía “se proyecta en el alma y en el cerebro del hombre, te permite meditar”. “Rezo una hora al día, incluso más. Es lo primero que hago. Me pongo delante de una imagen de Cristo que tengo en el salón por la mañana y también por la noche”, confiesa el genio italiano. Entre sus pasajes bíblicos favoritos se encuentran tanto las parábolas como las bodas de Caná: “¡Y por supuesto, la Pasión! Es un momento importantísimo para la vida de Cristo y de todos nosotros”.
