El cambio climático se calienta en París

espectáculo de luces en el Vaticano fachada San Pedro cambio climático Laudato si diciembre 2015

Diversas organizaciones eclesiales apuestan por compromisos voluntarios y revisables

luces-pez-cambio-climatico-vaticano-cop-21

Montaje audiovisual en la fachada de san Pedro en homenaje a la creación por el Año de la Misericordia

El cambio climático se calienta en París [extracto]

JOSÉ LUIS CELADA | Cáritas, Manos Unidas, el Movimiento Católico Mundial por el Clima (MCMC), la Alianza por el Clima, la Red Eclesial Panamazónica (REPAM)… Todos desean que de la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático-COP21, celebrada en París del 30 de noviembre al 11 de diciembre, salga “un acuerdo verdaderamente justo y transformador”.

Sin embargo, el fracaso de la cumbre de Copenhague (2009) “aportó realismo a las expectativas que generan estas reuniones”, advierte el jesuita Jaime Tatay. Por eso, en diálogo con Vida Nueva, el miembro de la red Ecojesuit reconoce que “de la COP21 saldrá algún acuerdo”, pero “desde abajo”, a partir de los compromisos de cada nación, “voluntarios y revisables cada cierto tiempo”. Si estos compromisos “serán suficientes, o lo suficientemente rápidos, para descarbonizar nuestro actual sistema productivo y energético” es la pregunta que le asalta al religioso.

Reducir de forma drástica las emisiones de carbono es justamente una de las peticiones presentadas en la cita por el cardenal Cláudio Hummes en nombre de la REPAM que preside. “Con la pérdida de tanta área maravillosa de bosques, por la actividad humana, nuestro planeta pierde capacidad de absorber el dióxido de carbono”, denunció el franciscano brasileño, antes de hacer entrega a responsables de la ONU y del Gobierno francés de los casi dos millones de firmas recogidas por el MCMC reclamando “una justicia y una acción climática a favor de la humanidad y de toda la creación”.

A esta reivindicación se suman también los delegados de Cáritas Española desplazados a la capital francesa, que abogan por un acuerdo que siente las bases de “un camino diferente al que hemos transitado hasta ahora”, y que es “el camino del desarrollo sostenible, las energías renovables y la economía solidaria”. Solidaridad que ONG como Manos Unidas invitan a traducir en la promoción de “estilos de vida sostenibles para cuidar del planeta y a las personas que lo habitamos”, especialmente a “las comunidades más vulnerables y más empobrecidas”.

Un reto que, como cristianos, “nos puede sobrepasar por su complejidad y magnitud”, admite Tatay. Sin embargo, el también ingeniero de Montes nos recuerda que “es muy importante la contribución de todos, por minúscula que parezca”. Y señala tres tareas a las que nos llama la fe: “Mantenernos informados, evitar el catastrofismo y colaborar con otros movimientos que trabajan por la sostenibilidad y la justicia social”. “Leer la encíclica Laudato si’ y rezar por la creación, por ‘la casa común’, –añade– es otro modo privilegiado de ayudar en la tarea que tenemos por delante”.

cambio-climatico-fachada-vaticano-G

Pilares para un acuerdo transformador

El pasado 26 de noviembre, en la sede de Naciones Unidas en Nairobi, el papa Francisco manifestaba su deseo de que la COP21 de París concluyera con la adopción de “un acuerdo global y transformador”. Sus palabras resonarían el día 30 en la capital francesa por boca del cardenal Pietro Parolin, durante su intervención en la apertura de la cumbre climática. Allí, el secretario de Estado vaticano concretó los tres pilares en los que se debería asentar ese acuerdo “global y transformador”:

  • Reconocer “el imperativo ético de actuar en un contexto de solidaridad global”.
  • Emprender el camino hacia “una economía con bajo contenido de carbono” y “un desarrollo humano integral”.
  • Incluir “procesos de revisión de los compromisos transparentes, eficientes y dinámicos, capaces de aumentar gradualmente el nivel de ambición sin dejar de garantizar un control adecuado”.

 

ESPECIAL ENCÍCLICA ‘LAUDATO SI”

Compartir