Dos sacerdotes de Nigeria refuerzan la pastoral de Concepción en Chile

Francis Umar y John Emeka Ilonah provienen de la arquidiócesis de Abuya

Desde Nigeria han llegado a colaborar en la arquidiócesis de Concepción, en Chile, los sacerdotes Francis Umar y John Emeka Ilonah, pertenecientes a la arquidiócesis de Abuya en ese país. El acuerdo es por, al menos, 5 años.



Bernardo Álvarez, administrador diocesano de Concepción, agradeció este gesto fraterno tanto del arzobispo de la Arquidiócesis de Abuya, Ignatius Ayau Kaigama, como de ambos sacerdotes. Álvarez señaló que contar con “dos sacerdotes más para el trabajo que realiza nuestro presbiterio y sobre todo el servicio hacia las comunidades es de una gran ayuda”.

Riqueza misionera

Esta arquidiócesis ya cuenta con otros sacerdotes en misión de servicio. El mismo administrador diocesano confiesa que “tenemos una bonita experiencia, tanto con el padre Sebastián Kubingila como con el padre Daniel Mavingidi, que provienen del Congo; y también con el padre Bismarck Valle y el padre Jonny Sevilla, que vienen de Nicaragua. Últimamente hemos tenido el aporte de estos cuatro sacerdotes y antes muchos otros que han querido compartir su vida al servicio de nuestra Arquidiócesis”, dijo Álvarez.

Según informa el departamento de comunicaciones del arzobispado de Concepción, el padre Francis Umar relató que el arzobispo de Abuya los llamó y “nos pidió que viniéramos aquí y fuéramos buenos embajadores de la Iglesia, de nuestra Arquidiócesis, predicando el Evangelio y asistiendo a la Iglesia de Concepción”. Agregó que “como sacerdotes, nuestra vocación es la misión y tenemos que ir donde el Señor nos llame (…) Estamos encantados de estar aquí. Vamos a aprender un nuevo lenguaje, conocer una nueva cultura, un nuevo ambiente y nuevas personas, y vamos a poder llegar a más almas”, dijo Umar.

Por su parte, el padre John Emeka Ilonah se mostró disponible a permanecer en Chile el mayor tiempo posible y señaló que “en todo el mundo hay personas que quieren conocer a Jesús, que quieren recibir los sacramentos, y los sacerdotes debemos estar disponibles para servir. Y hay lugares en el mundo donde no hay tantos sacerdotes como en otros, y es necesario que algunos sacerdotes vengan a ayudar. Soy afortunado al ser uno de ellos, enviado lejos para atender a las personas, sus necesidades espirituales y darles esperanza. Así que eso es lo que me trae aquí: dar esperanza a la gente, mostrándoles a Cristo. Esa es la misión de un sacerdote”.

Abrirnos a otras culturas

El administrador diocesano dijo que “la Iglesia Católica, nuestra Iglesia chilena y cada diócesis en particular, debemos abrirnos también a este tipo de experiencias, abrirnos más a otras culturas, a otros sacerdotes que puedan venir a colaborar, también a laicos y misioneros, como por ejemplo los misioneros de Fidesco que tenemos en nuestra Arquidiócesis. Eso redunda en definitiva en una mayor expresión de lo que es también la Iglesia Católica, la Iglesia universal. Así que estamos agradecidos y esperamos que vivan un primer tiempo de introducción a nuestra arquidiócesis y luego generar la definitiva destinación para ellos al servicio de dos parroquias”, afirmó.

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