Después de varias semanas en cuidados intensivos, el presidente de los obispos italianos fue trasladado desde Perugia al Policlínico Gemelli de Roma a finales de la pasada semana
“Es un proyecto para hablar de la vida y de la muerte, de las alegrías y de los sinsabores y cuyo objetivo es reflexionar sobre el sentido del dolor y del sufrimiento, sin censurar nada”, afirman