José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

Se levanta el telón


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JUEVES

Quienes están cerca le ven algo más relajado. Algo ayudan las decisiones judiciales. Pero los hay que siguen empeñados en seguir poniendo minas. Oposición por decreto. Esa que se hace cuando no se tiene otra cosa mejor que hacer. Y esa es la lástima. Que se tenga tanto tiempo libre para incordiar y tan poco para construir. Catecismo de salón de té. Amargo.



SÁBADO

Goteo episcopal. Llega Bilbao. Pero no solo. Cáceres. Jerez. Castrense. A su tiempo. Pero llegarán. En manos de Roma están. Y los que quedan…

DOMINGO

“Os llamo amigos”. Y hay quien le trata de usted…

LUNES

El Teatro Real, el mejor del mundo. No lo dice uno, sino los señores que controlan de la cuestión. Como los que reparten Estrellas Michelín a los restaurantes de postín. Diálogo con alguien que trabaja entre bambalinas. Me cuenta que mucho ha influido para el reconocimiento su apertura en tiempos de pandemia.

Porque les dejaron en Madrid y porque se lo trabajaron. No ha sido fácil. Porque el gremio es exquisito de oído, pero también en el respeto a sus derechos. Hacen bien. Músicos, tramoyistas, intérpretes… Todos dieron su aprobación. Se sentían seguros. Como el público. Contar con todos para que se levante el telón. Do de pecho.

MARTES

Teatro Real. Presentación del libroFamilias sin filtro’. Se apagan los focos. Conversación compartida con Laura. La madre que fundó ‘El sueño de Vicky’, después de que su hija muriera de cáncer. Aquello le hizo perder la fe a su marido. A ella, todo lo contrario. “Si la Virgen ha perdido a su Hijo como yo, ¡cómo no me voy a llevar con ella!”, nos cuenta a mí y a Duerto. “Es más, en el tú a tú de la oración, la llamo ‘colega’”, comenta.

El duelo no se acaba de superar, pero sí se reconduce. “Descubrí que todo había merecido la pena en esta vida cuando a una niña desahuciada por un hospital la logramos salvar gracias a un tratamiento experimental. Hoy está en la universidad”.

A Laura la conozco poco después de asistir a la presentación de la Memoria Anual de Actividades de la Iglesia, donde alguien preguntó si se habían contabilizado todos los colegios católicos en el listado final. Un ‘qué hay de lo mío’. Seguro que Laura y su fundación tampoco están incluidas en el censo oficial de entidades católicas, porque no está registradas como tal. Pero lo son. Colegas fuera de foco.