¿Cómo percibimos los símbolos?


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El día 8 de julio, Adalberto Martínez Flores, arzobispo de Asunción (Paraguay), recibió el palio arzobispal, bendecido por el papa Francisco en la solemnidad de San Pedro y San Pablo. En su homilía, aludiendo a la lana con que está confeccionado el palio, afirmó que “nos recuerda a los corderos y las ovejas de Cristo, que él encomendó apacentar a Pedro y que a nosotros nos encarga seguir cuidándolas”.



Aunque los corderos con cuya lana se confeccionan los palios viven bien, cuidados por los monjes trapenses de la abadía romana de las Tres Fuentes, y a pesar de que el palio pretende simbolizar precisamente el cuidado con que los pastores deben tratar a los fieles, alguien malpensado podría pensar justamente al revés y ver en ese símbolo del palio una imagen de cómo los pastores se aprovechan de las “ovejas” a su cargo, arrebatándoles su lana.

La profecía de Ezequiel

Esto encajaría con algunos textos de la Escritura en que los profetas echan en cara a los pastores de Israel no cuidar al rebaño, sino todo lo contrario. Uno de los más famosos lo hallamos en la profecía de Ezequiel:

“Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel, profetiza y diles: ‘¡Pastores!, esto dice el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar las ovejas? Os coméis las partes mejores, os vestís con su lana; matáis las más gordas, pero no apacentáis el rebaño. No habéis robustecido a las débiles, ni curado a la enferma, ni vendado a la herida; no habéis recogido a la descarriada, ni buscado a la que se había perdido, sino que con fuerza y violencia las habéis dominado. Sin pastor, se dispersaron para ser devoradas por las fieras del campo. Se dispersó mi rebaño y anda errante por montes y altos cerros; por todos los rincones del país se dispersó mi rebaño y no hay quien lo siga ni lo busque’” (Ez 34,2-6).

Palio arzobispal

No sé si este del palio será el caso, pero, en un tiempo como el nuestro, en que la credibilidad de la Iglesia suele estar bajo mínimos, habría que tener cuidado con los símbolos que utilizamos, no sea que al final se acabe percibiendo exactamente lo contrario de lo que pretenden.