“Aunque intenté, con toda la delicadeza de la que soy capaz, mostrarle que todo cambia a nuestro alrededor, que la rutina también es un lugar de sorpresas, de vida, de intensidad, de disfrute, su posición congelada e inmóvil enfrío mi entusiasmo haciendo que me preguntase si tenía algún sentido hablarle de lo bonita y cambiante que es nuestra existencia”.