La isla de la infancia

Donde viven los monstruos

Donde-viven(J. L. Celada) Desde que Disney ya no ostenta el monopolio del cine infantil, cada nuevo estreno de niños –o con niños– surge la pregunta en forma de debate de si se trata también de una producción para niños. Y es que no pocos títulos con personajes entrañables se han convertido en referencias de cabecera del público adulto. Donde viven los monstruos era otra cinta llamada a reabrir esa eterna cuestión, pero su director, Spike Jonze, ha zanjado cualquier duda: “No me propuse hacer una película para niños, sino sobre la infancia”. Cada espectador juzgará si ha logrado deslindar ambos objetivos, porque, por el resultado final, no parece que sea tan sencillo.

Salvado el escollo, que en nada desmerece los muchos e interesantes valores de este sugerente y arriesgado trabajo, lo que se nos ofrece es una historia que desembarca con su mejor equipaje (puesta en escena, fotografía, música…) en la isla de la infancia para compartir las ensoñaciones de un pequeño náufrago. Tras un breve prólogo de desencuentro con la realidad que encarnan sus mayores, nuestro protagonista huye al territorio donde su soledad e incomprensión se tornan liderazgo y calidez protectora, un paraíso perdido tan extraño como estimulante, en el que nada ni nadie pone coto a su necesidad de correr, gritar, destrozar, inventar, imaginar que todo es posible.

Y es allí Donde viven los monstruos, en ese último refugio que concede la fantasía, un lugar que el atrevido padre de Cómo ser John Malkovich y Adaptation (El ladrón de orquídeas) ha transformado en un universo inédito. No sólo por las gigantescas criaturas que lo pueblan, sino por la extraña atmósfera creada, una apuesta estética que conjuga la agitación de la cámara en mano con estampas de idílicos paisajes. Una aventura visual a ratos tan imprevisible y desconcertante como los hechos que se narran, digna expresión, por otro lado, de las emociones que vive el chaval en compañía de sus misteriosos súbditos casi de peluche.

Versión en celuloide de un breve libro escrito e ilustrado por el neoyorquino Maurice Sendak allá por los años 60, Donde viven los monstruos apela a los sentimientos más primarios (afecto, temor…) y a las reacciones más espontáneas (rebeldía, deseo…) para descubrir en la patria lejana de la infancia los fantasmas –y los sueños– que aún perviven en la edad madura. Todo ello dejando por el camino oportunos recordatorios sobre la familia (y la dificultad para constituir una), la libertad o el perdón.

Los monstruos de Jonze no asustan. Sus travesuras despiertan en el espectador la placentera (o inquietante) sensación de que nunca es tarde para jugar a ser menor. Y películas como ésta nos reconcilian con el niño que nunca fuimos o con el que todavía seguimos siendo.

FICHA TÉCNICA

Donde-viven-2TÍTULO ORIGINAL: Where the wild things are

DIRECCIÓN: Spike Jonze

GUIÓN: Spike Jonze y Dave Eggers, sobre la novela homónima de Maurice Sendak

FOTOGRAFÍA: Lance Acord

MÚSICA: Carter Burwell y Karen Orzolek

PRODUCCIÓN: John B. Carls, Gary Goetzman, Tom Hanks, Vincent Landay y Maurice Sendak

INTÉRPRETES: Max Records, Catherine Keener, Mark Ruffalo, Pepita Emmerichs

En el nº 2.690 de Vida Nueva.

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