Sevilla acogerá los días 4, 5 y 6 de abril la segunda edición de las Jornadas Nacionales Deporte y Fe, una iniciativa de la Pastoral del Deporte de la Conferencia Episcopal Española que llega a Sevilla después del éxito de la primera edición celebrada el pasado año en Pamplona. Las jornadas se desarrollarán en la Facultad de Teología, con un torneo de fútbol en la Parroquia San Pío X.
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Carlos Ballbé, el padre Litus, que dirige el Departamento de Pastoral del Deporte, ha aseverado que, si bien la Iglesia está en todos los ámbitos del ser humano, también debe tener “una voz” en el deporte. Esto es, precisamente, lo que se quiere exponer en las jornadas que se celebrarán en Sevilla a comienzos de abril, y que contarán con un elenco destacado de deportistas ya retirados que ofrecerán los testimonios de una etapa deportiva intensa, que posiblemente no habría sido la misma sin su fe.
Leyendas del deporte
Este encuentro ha de servir también para “conectar a tantas personas que ya vienen trabajando en la sociedad actual en el ámbito del deporte y la fe, y contribuir a reforzar lazos con los que impulsar con más fuerza diferentes iniciativas en este campo”. El perfil del agente de Pastoral del Deporte es abierto, y va desde profesores, entrenadores o catequistas, hasta seminaristas, sacerdotes, deportistas y cualquier persona implicada en el ámbito educativo-deportivo. A ellos van destinadas unas jornadas que contarán, entre otros, con la participación de deportistas retirados (el guardameta Juan Carlos Unzué, el paralímpico Paco Salinas, el exfutbolista Javi Varas y el atleta sevillano José Manuel Roas), el médico del Atlético de Madrid, José María Villalón; la montañera Hermana Guadalupe, el árbitro Jorge Figueroa; el coordinador de Deportes de Escuelas Católicas de Sevilla, Manuel García; o el presidente de La Liga, Javier Tebas.
Otro de los objetivos que este departamento se marca es ir contando con delegados diocesanos de Pastoral del Deporte. “Si lo ha practicado es más fácil que entienda esta misión, pero tampoco tiene que ser un triatleta ni un iron man, sino que crea que a través del deporte se puede encontrar a Dios. Con esta creencia ya es suficiente”, señala el padre Litus.
