Obispos colombianos hacen una “pausa” en su asamblea para visitar a sus colegas de América Latina

Lizardo Estrada, obispo auxiliar de Cusco y secretario general del Celam, fue el anfitrión de esta velada

Los obispos de Colombia hicieron una pausa en su 116.ª asamblea plenaria para visitar las instalaciones del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) en Bogotá, abanderados por Luis Manuel Alí, secretario general, y el cardenal Jorge Jiménez, arzobispo emérito de Cartagena.



Visita con la que se concreta la propuesta de la comisión permanente del episcopado colombiano, realizada en noviembre de 2023, de “no solo visitar el Celam, sino conocer la historia” de esta entidad fundada en 1955.

“Muchos de mis hermanos obispos no conocían esta sede”, confiesa Alí y aseguró que “están muy emocionados, muy contentos” por toda esta experiencia de comunión con sus pares latinoamericanos.

Legado de Aparecida

Lizardo Estrada, obispo auxiliar de Cusco y secretario general del Celam, fue el anfitrión de esta velada. Hizo un recuento de la historia de este organismo hasta ahondar en los trabajos de renovación de 2019 y que a la fecha siguen en ciernes.

Recordó que esta restructuración ha estado guiada por “la teología del discipulado misionero”, un legado que dejó Aparecida (2007) en la que el entonces el cardenal Jorge Mario Bergoglio presidió la comisión de redacción del documento final.

Además la Asamblea Eclesial (2021), celebrada en México, rememoró estos aportes, por eso, “somos parte de la experiencia sinodal que vive la Iglesia Universal una iglesia en camino abierta la escucha en Comunión con el pueblo de Dios como protagonista”.

“Les invitamos a seguir adelante con renovado entusiasmo y esperanza en la certeza de que el Señor nos acompaña y guía en la construcción de una iglesia fiel a su misión evangelizadora en el contexto actual”, añadió.

Voz de la experiencia

El cardenal Jorge Jiménez, arzobispo emérito de Cartagena, conoce al dedillo la historia del Celam toda vez que fue secretario general y presidente entre 1995 y 2003. Recuerda que fueron años de muchos aprendizajes.

“Para ser exactos fueron 18 años de servicio al Celam, primero en la formación con el Itepal (Instituto teológico pastoral latinoamericano), tal vez los años más movidos de mi vida”, comentó.

Esa experiencia latinoamericana la lleva guardada en su corazón sobre todo cuando vivió “el cambio de milenio” y con este la celebración del Jubileo de 2000 “entonces organizamos actividades por todo el continente”.

Foto: Celam

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