Francisco ordena a Georg Gänswein que se vaya a Alemania porque no quiere pastorear una diócesis

  • El secretario de Benedicto XVI se postuló para un cargo en el Vaticano y rechazó de plano todas las ofertas del Papa para ser arzobispo
  • Según ha confirmado Vida Nueva, nunca se planteó la posibilidad de que fuera nuncio de Costa Rica

El secretario de Benedicto XVI, Georg Gänswein, regresa a Alemania. Así lo ha confirmado este mediodía la Santa Sede a través de un escueto comunicado. “El Santo Padre ha ordenado que el arzobispo Gänswein regrese, por el momento, a su diócesis de origen a partir del 1 de julio”, reza el texto, en el que se remarca que el 28 de febrero “concluyó su cargo como prefecto de la Casa Pontificia”.



En los últimos meses, el arzobispo Georg Gänswein ha sido recibido por el Papa en tres ocasiones: el 9 de enero, pocos días después del fallecimiento de Benedicto XVI, del que el prelado alemán había sido secretario personal durante casi dos décadas; el 4 de marzo, y, por fin, el pasado 19 de mayo. Sobre los contenidos de esas audiencias poco se ha sabido, salvo algún comentario dejado caer por el sexagenario monseñor germano.

Petición frustrada

Esta revista ha podido confirmar algún detalle relativo a cómo se ha forjado su salida del Vaticano. En su primer encuentro con el Papa, este se postuló para desempeñar un alto cargo en la Curia o en la administración pontificia. Petición que Francisco consideró inadecuada y que trasformó en el ofrecimiento de nombrarle al frente de alguna archidiócesis alemana.

El argumento papal se basaba en que todos los secretarios personales de los papas anteriores, una vez muertos estos, habían abandonado Roma. Ese fue el caso de Stanislaw Dziwisz, el inseparable compañero de aventuras y confidencias de Juan Pablo II, que fue nombrado arzobispo de Cracovia. Ante el rechazo manifestado por su interlocutor, el Pontífice le planteó a Gänswein la posibilidad de nombrarle pastor de alguna diócesis italiana, propuesta igualmente rechazada.

Camino de Friburgo

Ante tal ‘impasse’, al Santo Padre no le ha quedado otra alternativa que ordenarle que abandone el apartamento que actualmente ocupa en la antigua Casa Santa Marta y, por tanto, el Vaticano. El ‘bello Georg’, como durante años le ha llamado la prensa italiana, muy a su pesar, tendría que regresar a su país natal, probablemente a la Diócesis de Friburgo en Brisgovia (Freiburg im Breisgrau), donde viven sus familiares y donde no le faltarán propuestas para realizar alguna tarea pastoral bien remunerada.

Lo que también ha podido confirmar Vida Nueva es que nunca se puso sobre la mesa, ni por parte de Gänswein, pero tampoco por parte del Papa o de la Secretaría de Estado, que pudiera acabar en destino diplomático alguno. En definitiva, pensar que podía ser nuncio en Costa Rica es simplemente una ‘fake news’ sin fundamento que alguien se sacó de la manga y que desmintió el propio interesado en cuanto llegó a sus oídos.

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