La ‘cumbre’ histórica entre Francisco y el gran ayatolá Al-Sistani: el aval al Islam de la paz

El Papa arranca la segunda jornada de su viaje en Irak en Nayaf para sellar una alianza con el líder de los musulmanes chiíes

Francisco comenzó la segunda jornada de su viaje a Irak con un encuentro para la historia: la reunión privada que mantuvo con el gran ayatolá Sayyd Ali Al-Husayni Al-Sistani, líder de la comunidad chií iraquí.



Fue mucho más que un diálogo con un líder musulmán local que representa al 60 por ciento de los creyentes del país. La cita supone un respaldo del Papa de la Iglesia católica al Islam moderado que rechaza de arriba abajo cualquier atisbo de violencia con uno de los referentes de la vida espiritual y el pensamiento en Oriente Medio.

Con este tú a tú que tuvo lugar en la residencia del ayatolá, Francisco aterriza en la práctica por primera vez en un viaje internacional su apuesta inequívoca por la fraternidad social y la amistad social como ejes de un nuevo orden mundial que recoge en ‘Fratelli tutti’, la encíclica que vio la luz el pasado mes de octubre en plena pandemia.

Camino iniciado

El Papa argentino llegó a su reunión con Al-Sistani con el aval del gran imán de Al-Azhar, Ahmed al-Tayeb, con quién firmó el documento de Abu Dhabi el 4 de febrero de 2019 y que hoy es ya la hoja de ruta para la convivencia de las religiones en el planeta. Así, el portavoz del islam suní, que ayer mostraba su apoyo a la peregrinación iraquí de Francisco a través de Twitter: “La histórica y valiente visita de mi hermano el Papa Francisco al querido Iraq lleva un mensaje de paz, solidaridad y apoyo para todo el pueblo iraquí… Ruego a Dios para que tenga éxito, y que este viaje logre los frutos esperados en el camino de la fraternidad humana”.

Después de pasar la noche en la Nunciatura Apostólica, el Papa se desplazó en en automóvil al Aeropuerto Internacional de Bagdad desde donde, a bordo de un avión de Iraqi Airways, partió hacia Nayaf, considerada la tercera ciudad sagrada para los musulmanes chiíes después de La Meca y Medina. Allí se encuentra la sepultura de Alí, yerno y primo de Mahoma.

Acogida familiar

A su llegada a la ciudad situada al sur de la capital, se condujo hasta la residencia del gran ayatolá. Francisco fue recibido en la entrada de la residencia por su hijo Mohammed Rida, quien lo acompañó a la sala donde tuvo lugar la conversación privada entre ambos. Al finalizar este diálogo a puerta cerra, ambos posaron para foto oficial que ya está dando la vuelta al mundo.

Desde ahí, Francisco regresó de nuevo al aeropuerto de Nayaf donde partió rumbo hacia Nassiriya para participar en Ur dei Caldei en un encuentro interreligioso, el otro plato fuerte de esta segunda jornada del viaje del Papa en Irak.

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