Plácido Domingo: “Mi familia, la música y la fe son mis pilares en los momentos más duros”

Plácido Domingo

Plácido no necesita apellido. Es el hijo de Plácido y Pepita; el hermano de Mari Pepa, a quien tanto quiso y a quien lloró sin consuelo en 2015, cuando falleció; el esposo de Marta; el padre de José Plácido, Plácido Jr. y Álvaro, el abuelo de ocho nietos, con los que disfruta driblando con un balón en Central Park. Le gusta el chocolate, no se considera un divo, posee una memoria prodigiosa y dicen sus allegados que ha salido a su progenitora en ese carácter afable y llano que gasta. Plácido es el “Granado”, el hombre que se remangó, dejó aparcado a Ernani, Otello y Manrico y se enfangó hasta la cintura para ayudar como el primero durante el terremoto que sufrió México D. F. en 1985 y en el que perdió a varios familiares.



Nació en Madrid, en el número 34 de la madrileña calle Ibiza hace 80 años. Ansía volver a España y pisar la escena de Madrid. El Teatro Real y la Zarzuela. El COVID-19 le postró en una cama y le alejó de los focos, aunque vuelve con fuerza renovada. Quiere pasar página y olvidar aquel martes 13 de agosto de 2019 que desencadenó un terremoto en su vida y que le situó en la diana meditática mundial por unas presuntas acusaciones de abuso sexual que nunca se han probado. Tampoco las presuntas agredidas le han llevado ante los tribunales, pero la herida, el zarpazo, está ahí. También, claro, es uno de los más grandes cantantes que ha dado la ópera a lo largo de su historia, y que ha dirigido dos teatros líricos en Estados Unidos. Un ‘baritenor’ único que ha alternado incluso con ‘Los Simpson’. Se apellida Domingo.

PREGUNTA.- Acaba de cumplir 80 años y lleva más de 60 de carrera, toda una proeza. ¿Qué queda de aquel joven Ernani que debutó en La Scala en los años 60 del pasado siglo?

RESPUESTA.- Por supuesto que el pelo de ese joven ha encanecido después de medio siglo, pero la verdad es que cada vez que subo a un escenario la emoción y el asombro ante el entusiasmo del público siguen ahí a pesar del tiempo que ha pasado. Permanecen inalterables. Cuando eres joven, uno es inconsciente, siempre tienes prisa y pierdes esos pequeños detalles que ahora me gusta contemplar con más calma. Estos 80 años han llegado muy rápido. El tiempo parece que ha pasado volando.

P.- Y a lo largo de estas ocho décadas, ¿se arrepiente de algo que haya hecho a lo largo de su carrera?

R.- Con mi voz he hecho casi todo lo que podía y no, no me arrepiento. Creo que la elección del repertorio ha respetado la evolución natural de mi voz. En su momento, algunos críticos me predijeron una corta carrera después de debutar con ‘Otello’ a los 34 años y ‘La forza del destino’ a los 27…

P.- Pues menudo ojo tuvieron quienes le vaticinaron un corto futuro…

R.- Ahora sí puedo decir que esas predicciones me han traído suerte. (…)

P.- En los dos últimos años ha habido momentos muy difíciles para usted, tras las acusaciones de presunto abuso sexual en agosto de 2019. ¿La fe, la música y su familia han sido pilares fundamentales para salir adelante?

R.- Sin duda, son las tres cosas que me han sostenido en los momentos difíciles de mi vida. La música es mi vida, mi familia es mi razón de vivir y la fe es algo muy precioso que nunca puedes decir que has alcanzado plenamente, pero en los momentos más oscuros sientes que confiar en ella es tal vez la única guía que tienes, sobre todo cuando te sientes abrumado por los acontecimientos. (…)

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