Marcio Fabri dos Anjos

Los dilemas de la vida y las grandes transformaciones

Marcio Fabri dos Anjos es uno de los pocos teólogos latinoamericanos que incursiona en el campo de la bioética y de la ciencia. Participó en la fundación de la Sociedad Brasilera de Bioética, un espacio laico y plural, y de la Sociedad Brasilera de Teología Moral (SBTM), de la cual es hoy vicepresidente. También es miembro del equipo de teólogos de la Conferencia de Religiosos de Brasil (CRB) desde hace 25 años. Como sacerdote redentorista, divide su tiempo entre las clases de teología y la atención a algunas comunidades empobrecidas en la periferia de San Pablo. También es profesor del programa de doctorado de la Universidad de San Camilo. Marcio aceptó la invitación de Vida Nueva Colombia para compartir algunas miradas en torno a los desafíos de la bioética ante los desarrollos científicos y tecnológicos de estos tiempos.
Vida Nueva Colombia: ¿Está la vida amenazada?
Marcio Fabri dos Anjos: Vivir es siempre un riesgo y la vida tiene distintos desafíos. En medio de estos riesgos, la vida se abre caminos y crece en posibilidades. Hoy se puede constatar que, en general, las expectativas de vida para la humanidad han crecido. Ante las enfermedades y  los problemas que afronta la vida, hoy contamos con mayores posibilidades de solución. Este es un punto muy favorable.
Sin embargo, esto significa también que el poder puesto en manos humanas ha crecido mucho. La humanidad se ha tornado más efectiva para la construcción y la destrucción. ¿Qué hacemos con este poder? Acostumbrarse al poder conlleva a dejar muchas formas de vida comunitaria, para dar paso a nuevos modos individuales de vida, dejando de lado el cuidado de los otros, y del futuro mismo. Aquí nace la preocupación fundamental de la bioética por la supervivencia humana en tiempos tecnológicos. El gran desafío consiste en poder combinar los grandes avances de la ciencia con la solidaridad, volviendo la mirada hacia las personas más frágiles y vulnerables, para evitar situaciones de destrucción. Muchas veces, en beneficio del desarrollo científico se genera pobreza y miseria. Es el resultado de posturas egoístas. La vida es una experiencia polivalente.
VNC: ¿Los avances científicos determinan la vida humana?
MFDA: Por su naturaleza inteligente, el ser humano es autoconstructivo. Las biotecnologías y los avances científicos son una consecuencia de la inteligencia del ser humano. En la medida que se van descubriendo nuevas biotecnologías y avances científicos, también se desarrolla la autoconstrucción humana. Así, se ha comenzado a vivir una nueva condición de vida. Los avances llegan a la civilización actual, transforman los modelos de conocimiento y conducen a la dominación de los fenómenos, al igual que a la elaboración de nuevos instrumentos. Todo esto ha modificado la vida de las personas, su ubicación en el tiempo y en el espacio, y las formas de relaciones interpersonales.
Aunque muchos afirman que el empleo de las nuevas tecnologías trae innumerables beneficios que pueden ser entendidos como recursos y bienes de consumo, los beneficios traen consigo otras cuestiones y desafíos desde el punto de la calidad de las relaciones humanas y ambientales, y de las exigencias para vivir y sobrevivir con dignidad.
En medio de todo esto, hay quizás un grave malentendido cuando se piensa que toda la ciencia se reduce a las ciencias tecnológicas. En verdad, la ciencia es algo más amplio. Además de los distintos saberes no justamente tecnológicos, está la sabiduría de vida, un saber que conduce a la síntesis sobre los múltiples aspectos de la vida. Esto es indispensable para que el desarrollo tecnológico se sitúe en una comprensión más amplia de lo humano y su rol en el mundo.
VNC: En el contexto de las grandes transformaciones, ¿cuál es el lugar de la bioética?
MFDA: La bioética, pensada en términos modernos, se encuentra directamente vinculada con las ciencias que intervienen en la propia vida, y la responsabilidad que representa trabajar con estos recursos científicos. De aquí emerge una gran pregunta: ¿cómo podemos sobrevivir de forma digna con los avances científicos que estamos presenciando? La bioética propone este problema e indaga también por las grandes preguntas biotécnicas y las nuevas tecnologías.
América Latina ha desarrollado una propuesta bioética con profundo sentido social, que revela la incidencia que los avances científicos tienen al interior de las relaciones sociales, así como los cambios que se generan en la forma de vivir. En últimas, la bioética se pregunta: ¿cómo todos estos cambios pueden ser realmente constructivos para los individuos y para el conjunto de la sociedad?
VNC: ¿Se opone la bioética a los avances científicos y a la tecno-ciencia?
MFDA: Existen muchas personas que perciben que la bioética y la ética en general son un obstáculo en los avances científicos. Esto se debe a una visión centrada sobre los beneficios inmediatos de las tecnologías. Aquí, como en otras situaciones de vida, una visión estrecha es siempre parcial y representa riesgos. La bioética defiende una visión y un análisis del conjunto en el cual se sitúan los avances científicos y sus conquistas.
Según esto, para quien no observa el conjunto de la vida, sino que permanece con una mirada estrecha y unilateral, la bioética se convierte en una amenaza. Pero para aquellos que perciben la vida en su conjunto, la bioética representa un gran aporte. Estas personas han descubierto la grandeza de los estudios bioéticos en estos tiempos de profundos avances científicos.
VNC: ¿Las biotecnologías tienen alguna relación con las crisis de sentidos y la dignidad humana?
MFDA: Las biotecnologías no pueden ser pensadas en términos de dignidad humana, si no existe la pregunta por el horizonte de sentido en el que todas las realidades son interpretadas. Y sucede que los grandes cambios de estos tiempos se implican en una crisis de los sentidos y significados que se dan a las cosas, a los seres humanos, a la propia dignidad humana y a su ambiente.
Cuando se tiene una mirada únicamente técnica y eficiente que se limita a lo instrumental, la vida suele ser asumida también con un sentido único, y al final destructivo. Por otra parte, los avances científicos han puesto en crisis muchas otras atribuciones que se daban a la vida cuando no se contaba con las informaciones que ahora se tienen. Es el caso de los valores. Esto provoca, naturalmente, una revolución de sentidos y significados. Pero este no es el verdadero problema. Descubrir nuevos sentidos puede ser una bonita aventura. Lo problemático es poner todo el valor de la vida en la eficiencia.
VNC: ¿Dónde queda el sentido de Dios y de la religión frente a las ciencias?
MFDA: Existe aparentemente una crisis relacionada con la figura que se tenía de Dios, la cual respondía a explicaciones del mundo que son anteriores a la revolución moderna del conocimiento. Con los datos científicos de hoy, y más que todo, con la actual valoración de la razón en las explicaciones de los fenómenos, surgen nuevas preguntas sobre la relación entre fe y razón, y por ende, sobre la representación de Dios.
Redescubrir la importancia de Dios dentro de la propia vida, implica un llamado a reconstruir el rostro de Dios, creador de una humanidad inteligente. Así, en la medida que el ser humano percibe su capacidad científica, puede descubrir también la sabiduría con la que Dios lo creó. Al final, la sabiduría mayor está en poder aprender de Dios el amor que puede dar sentido y regir todas las capacidades científicas. ¿Poseen las religiones la madurez suficiente para renovar su imagen de Dios, su configuración del sentido de Dios? Y luego, ¿cómo las religiones pueden vivir la esencia de Dios, es decir, su amor creador, participativo y comunicativo hacia las personas? Las religiones que se aferran a sus propias tradiciones, no consiguen rehacer su imagen de Dios. Es preciso dejar que Dios se revele en la historia moderna y tecnológica. Sólo así será posible responder hoy al llamado de Dios, a su amor y a su bondad en medio de los avances tecnológicos, dejando atrás los conflictos y visualizando más la solidaridad.
VNC: ¿Cómo ve el futuro de la bioética?
MFDA: Mirando hacia el futuro, corresponderá a la bioética afrontar algunos puntos críticos sobre la dignidad humana y las biotecnologías. Menciono cuatro aspectos que pueden ser incluidos en la agenda: (1) El cambio de paradigmas fundamentales, que tienen que ver con las nuevas elaboraciones de sentidos y criterios que dan pie a nuevas tensiones éticas en torno a las biotecnologías. (2) Los intereses del poder técnico, que en su carrera desenfrenada asumen que la bioética es más un obstáculo, que  una expresión de la primacía de la ética y la dignidad. (3) El desafío de legislar sobre biotecnología, para dar soporte y fortaleza a los Comités Éticos de Investigación y garantizar estructuras éticas de vida social. (4) Acoger la contribución de la fe, las religiones y las Iglesias en la defensa de los pobres y vulnerables, de la dignidad humana  y su ambiente, dentro de los actuales avances biotecnológicos. VNC
TEXTO Y FOTOS: OSCAR ELIZALDE

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