Este libro de Jean Pierre Jossua (PPC, 2008) es recensionado por José Luis Celada.
¿Es posible hablar de Dios?
Autor: Jean-Pierre Jossua
Editorial: PPC
Ciudad: Madrid
Páginas: 138
(J. L. Celada) Tres de los cinco capítulos de esta obra recurren a los interrogantes para presentar las reflexiones que desarrollan después: “¿De dónde proceden las palabras que nombran a Dios?” (cap. 1), “¿Qué palabra para referirse a Dios?” (cap. 3), “¿Puede ayudarnos a descubrir a Dios la tradición mística?” (cap. 5). Toda una declaración de intenciones que desvela el verdadero espíritu que recorre sus páginas, el de la modestia. Una actitud que propone más preguntas que respuestas, pero que no renuncia a arrojar algo de luz sobre la cuestión central (otra más) que da título a la propia obra: ¿Es posible hablar de Dios?
El dominico de origen judío Jean-Pierre Jossua, profesor de Dogmática en la Facultad de Teología de Saulchoir, se adentra en la aventura de iluminar algunas de esas inquietudes más profundas tratando de confrontar lo que la Biblia dice sobre Dios (cercano aunque inasible, Quien toma la iniciativa…) con lo que cada cual descubre y experimenta por sí mismo de Él en nuestro tiempo. Ardua tarea, que el autor completa profundizando en el sentido de las expresiones “Palabra de Dios” y “fe en Dios”.
Benevolencia divina y libertad humana conviven luego hacia el ecuador del libro en un intento de explicar la Encarnación, cuando Dios asume “el riesgo de la historia”, y cómo caminar hacia Él “a través de la belleza del mundo”. Experimentarlo en el mal y hasta en la muerte son otras dos vías frecuentes de sentir su Presencia redentora a las que Jossua dedica sendos apartados de su obra.
“La búsqueda de la sabiduría” es la gran protagonista del capítulo 4. Precioso don –como atestiguan numerosos pasajes bíblicos–, es mucho más que una gracia divina: una “adquisición paciente y laboriosa”. Especialmente, la sabiduría del amor. Y la suprema manifestación de éste es la generosa entrega de Cristo por cada uno de nosotros.
La ayuda que la mística puede brindarnos en este proceso de conocer y verbalizar a Dios ocupa las páginas finales del libro. Una expresión de la espiritualidad cristiana que el autor define como “la búsqueda y la experiencia de una proximidad de Dios o, mejor, de una unión con Dios, que termina siendo una pasión”. Ojalá todos los conceptos manejados a lo largo de la obra resultaran tan esclarecedores como éste.
¿Es posible hablar de Dios?, se pregunta Jossua. A tenor de lo que argumenta, parece claro que este interrogante es inevitable y necesario. Lo contrario ocurre con su estilo (denso, oscuro y a ratos disperso), lo que no resta interés y profundidad a cuestiones de tan largo alcance.
En el nº 2.673 de Vida Nueva.
