El papa Francisco ha nombrado hoy a la salesiana italiana Alessandra Smerilli como subsecretaria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. La religiosa ya formaba parte del órgano vaticano, puesto que es la coordinadora del grupo de trabajo sobre economía de la Comisión Covid-19 creada por el Pontífice para hacer frente a los desafíos de la pandemia.
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“Estoy verdaderamente agradecida al Santo Padre por este inesperado nombramiento, que llena mi corazón de alegría y miedo al mismo tiempo, por la difícil tarea que seré llamada a realizar. Le agradezco la confianza”, ha expresado la hija de María Auxiliadora tras hacerse público el nombramiento.
Para la conocida como “la monja economista”, su contribución ahora como subsecretaria “intentará ser una contribución a las personas, a sus necesidades, en particular a quienes más sufren la pobreza, tanto material como espiritual. Quiero intentar siempre caminar, junto a todo el personal del Dicasterio y a los que encontremos en nuestro camino, con la alegría del Evangelio”.
El cardenal prefecto del Dicasterio, Peter Turkson, ha felicitado a la religiosa deseándole un “fructífero” trabajo al servicio de la Iglesia y la humanidad, según un comunicado del propio órgano vaticano.
Consultora del Sínodo
Acostumbrada a ser siempre la primera mujer allá dónde va, Smerilli será la única mujer entre los superiores del Dicasterio capitaneado por el purpurado ghanés y cuyo secretario es Bruno Marie Duffé. Así, el secretario adjunto es Augusto Zampini. Entre los subsecretarios, a los que ahora se une, cuatro hombres: Nicola Riccardi,Segundo Tejado Muñoz, el cardenal Michael Czerny y Fabio Baggio.
La religiosa italiana fue auditora del Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional en 2018. Profesora de Economía Política en la Pontificia Facultad de Educación Auxilium, en 2019 fue nombrada por el Papa consejera de Estado de la Ciudad del Vaticano, siendo la primera mujer en prestar este servicio.
Después llegaría su nombramiento como consultora de la Secretaría General del Sínodo, una responsabilidad compartida con otras mujeres como la jesuitina española María Luisa Berzosa y la laica italiana Cecilia Costa.
