Obispos chilenos llaman a crear condiciones para un trabajo digno

En la conmemoración del Día del Trabajo piden edificar una sociedad más justa y amable para todos

La Conferencia Episcopal de Chile ha dado a conocer un mensaje firmado por su presidente, el arzobispo de La Serena, René Rebolledo, y su secretario general, el obispo de Chillán, Sergio Pérez de Arce, con ocasión de la conmemoración anual del Día del Trabajo.



Por intercesión de san José Obrero, piden a Dios “que haga fecunda las obras de nuestras manos, y por medio del trabajo, podamos edificar una sociedad más justa y amable para todos”. Luego, agradecen “el trabajo de mujeres y hombres que hacen progresar a la sociedad, así como la dedicación de tantos para lograr condiciones laborales más justas”.

Respeto por la dignidad humana

Señalan también que esta conmemoración es ocasión “para renovarnos en la búsqueda de un mayor respeto por la dignidad humana en el mundo del trabajo, pues todavía hay numerosas situaciones que la dañan” y citan al papa Francisco, en su Encíclica Fratelli Tutti, cuando señala que el gran tema de la sociedad es el trabajo y se debe asegurar una vida digna a través de él.

Citando al Papa, el mensaje de los obispos expresa que “no existe peor pobreza que aquella que priva del trabajo y de la dignidad del trabajo». En una sociedad realmente desarrollada el trabajo es una dimensión irrenunciable de la vida social, ya que no sólo es un modo de ganarse el pan, sino también un cauce para el crecimiento personal, para establecer relaciones sanas, para expresarse a sí mismo, para compartir dones, para sentirse corresponsable en el perfeccionamiento del mundo, y en definitiva para vivir como pueblo. (FT. 162)”.

Los obispos dicen tener presente “a quienes tienen trabajos precarios o informales y que no alcanzan la suficiente estabilidad para el sustento propio y el de sus familias. También la situación de tantos hermanos migrantes con contratos y condiciones laborales que los mantienen en situación de vulnerabilidad. Alentamos a las autoridades, actores políticos y económicos a crear condiciones más favorables y estables para un trabajo digno, como también propiciar fuentes laborales y apoyos para aquellas empresas más frágiles”.

Paz y seguridad

Agregan los obispos que esperan “que en el mundo y en nuestro país se consoliden ambientes de paz y seguridad, indispensables para la existencia y desarrollo humano. Las guerras, las violencias y la inseguridad empobrecen a la sociedad y dañan el trabajo, sobre todo el de los más pobres”.

“A Jesucristo, que compartió nuestras fatigas, dolores y alegrías, le pedimos que nos anime y bendiga en este día. Nos conceda que su Reino de paz y de justicia pueda ser experimentado en las fábricas y minas, en los campos y las ciudades, en el mar y cordillera. A Santa María y San José Obrero, pedimos que intercedan por las intenciones de los trabajadores ante nuestro Señor”, ruegan los obispos al concluir su mensaje.

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