La CIDH vuelve a pedir al gobierno de Nicaragua frenar la persecución religiosa

El órgano autónomo de la OEA solicita al Estado liberar a todas las personas privadas de su libertad de forma arbitraria

En un nuevo llamado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exhortó al Estado de Nicaragua a que cese las afectaciones a la libertad religiosa, la persecución a la Iglesia católica y libere a todas las personas privadas arbitrariamente de su libertad.



En un comunicado, la CIDH advirtió de los “constantes ataques contra la Iglesia católica y sus integrantes”, y recordó la última detención de un sacerdote católico ocurrida el 8 de septiembre de 2023, cuando el padre Osman José Amador, integrante de la Diócesis de Estelí y exdirector de la organización Cáritas Estelí, fue detenido mediante el uso de la fuerza por agentes del Estado”.

“Hasta el momento no se ha informado sobre los motivos de la detención, la situación jurídica ni el paradero del sacerdote”, apuntó el organismo.

La CIDH manifestó su preocupación por los ocho sacerdotes que “permanecen privados de libertad. Entre ellos, monseñor Rolando Álvarez, quien se encontraría en condiciones deplorables de detención, incomunicado y con afectaciones a su salud, como quedó evidenciado en la visita de sus familiares el pasado 25 de marzo”.

Asimismo -añadió- los sacerdotes Eugenio Rodríguez Benavides y Leonardo Guevara Gutiérrez, estarían privados de la libertad y bajo investigación por su trabajo en Cáritas Estelí.

Violación a los derechos humanos

Desde el 2022, la CIDH viene advirtiendo de la persecución contra la Iglesia católica, situación que “continúa agudizándose en un contexto de cierre del espacio cívico y democrático”.

En ese sentido señaló que “existen hechos consistentes en la detención arbitraria, encarcelamiento y expulsión del país de sacerdotes y religiosas, sin garantizar el debido proceso, así como la expropiación de sus bienes”.

Además -dijo- en el mes de mayo de 2023, el Estado ordenó el congelamiento de las cuentas bancarias de al menos tres de las nueve diócesis de la Iglesia católica por presuntos hechos ilícitos vinculados con lavado de activos y ‘traición a la patria’.

La CIDH refirió que la Convención Americana sobre Derechos Humanos reconoce el derecho de todas las personas a la libertad de conciencia y religión, lo que conlleva “la libertad de profesar y divulgar su religión y sus creencias, individual o colectivamente, tanto en público como en privado”.

Afectación de la libertad religiosa

Para tal fin, destacó que un espacio cívico abierto, libre y plural constituye una condición esencial para garantizar que las personas tengan la libertad de profesar, manifestar y practicar su religión o creencias sin discriminación.

“Esto tiene particular importancia en un país con una mayoría de población que profesa la religión católica como Nicaragua, donde la política estatal para la supresión del espacio cívico ha resultado también en la afectación de la libertad religiosa de su población”, agregó.

La CIDH es un órgano autónomo de la OEA, cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia.

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