Cuenta atrás para la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa que se celebrará el próximo mes de agosto. De ahí que en cada encuentro del patriarca de Lisboa, Manuel Clemente, con los periodistas, se aborden todo tipo de cuestiones vinculada a esta cita que llevará a Francisco a Portugal.
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Ayer, tras presidir la misa de Pascua, el arzobispo fue preguntado por la posibilidad de que el Papa mantenga un encuentro con las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia. “Es una decisión que el propio Papa tomará, pero nosotros estamos muy atentos a todo eso, damos todo el apoyo posible a cada una de las 21 diócesis portuguesas”, respondió Clemente.
El episodio más difícil
Y es que, el viaje papal tendrá lugar apenas unos meses después de que se publicara en informe de una comisión independiente que contabiliza al menos 4.815 víctimas desde 1950. El patriarca no dudó ayer en afirmar que la crisis de la pederastia ha sido el episodio más difícil de los vividos en su década al frente de la comunidad católica lisboeta.
“Lo fue para todos. En la Iglesia y en la sociedad portuguesa, este tipo de acontecimientos tan trágicos y tan negativos es para todos nosotros una preocupación”, expuso, consciente de que urge resolver lo sucedido desde el apoyo a las víctimas y con la conciencia de que estos hechos “no se repitan”.
