Francisco saca la cara por el islam: “O eres terrorista o eres musulmán”

“Me parece una actitud irracional cerrar las fronteras a los migrantes”, afirma el Papa en un nuevo libro-entrevista

papa Francisco viaje Egipto 28 abril 2017 universidad Al-Azhar con el gran imán Ahmed al Tayyeb

¿Es la integración de los refugiados una quimera? ¿Tienden a caer en el fundamentalismo? “La clave radica en completar la integración. Es cierto que la ideologización del elemento religioso es un problema y representa una perversión de la religiosidad porque el islam, en verdad, es una religión de paz y la mayoría de sus miembros son pacíficos. Como dicen, o eres terrorista o eres musulmán”. Así responde el papa Francisco en ‘Non sei solo. Sfide, risposte, speranze’ –‘No estás solo. Retos, respuestas, esperanzas’– (Salani Editore), el nuevo libro-entrevista entre el Pontífice y Francesca Ambrogetti y Sergio Rubin que se publica mañana y del que La Stampa publica hoy un extracto.



Según explica Jorge Mario Bergoglio, “en los países africanos donde organizaciones como el ISIS no se han infiltrado, la convivencia suele ser muy buena. En algunos, los musulmanes dan regalos a los cristianos en Navidad. Y los cristianos dan regalos a los musulmanes por el Ramadán o por la Fiesta del Sacrificio”.

Así, pone un ejemplo: “Un nuncio destinado a un país africano me contó que, en la catedral de su capital, se forma una larga cola para cruzar la Puerta Santa y obtener las indulgencias jubilares y que entre los cristianos hay muchos musulmanes que luego se dirigen al altar donde encuentran el imagen de la Virgen porque María es venerada en el Islam”.

La integración no es sencilla

Francisco es consciente de que la integración no es tarea sencilla, pues “depende de cómo se haga; por la forma en que se fomenta la convivencia. El problema en Europa es que en algunas ciudades se están formando guetos de inmigrantes”.

“Esto no es positivo ni para ellos ni para el país anfitrión. Hubo un caso de jóvenes que perpetraron un ataque con decenas de muertos y heridos. Vivían en un gueto que se convirtió en terreno fértil para que les lavaran el cerebro. Preguntémonos qué futuro puede tener un joven que, a la hora de buscar trabajo, tiene todas las puertas cerradas en la cara por el simple hecho de tener orígenes diferentes”, sentencia.

En el mismo sentido, continúa: “Por supuesto que es un reto complejo, pero es necesario ir más allá de los prejuicios y que los propios refugiados hagan un esfuerzo y se abran a un nuevo contexto cultural sin perder sus tradiciones, que son un enriquecimiento”.

“Entiendo ciertas cautelas por parte de los ciudadanos y también la prudencia de las autoridades de los países de acogida porque en algunos casos son plausibles –añade–. Dicho esto, me parece una actitud irracional pasar de un cierto miedo al terror y cerrar las fronteras”. Y se pregunta: “¿Por qué no nos sentamos y analizamos cómo podemos actuar hacia la integración? ¿Y por qué no establecemos también cuántos podemos integrar?”. “También en Europa hay excelentes ejemplos de integración”, reconoce.

Exportar las democracias occidentales

En otro orden, Bergoglio afirma que el caos político-institucional en el que se encuentran muchos países pobres proviene “del fracaso de Occidente en su intento de importar su propio tipo de democracia a ciertos países”. “Pensemos en Libia, que parece poder ser dirigida solo por personalidades muy fuertes como Gadafi. Un libio me dijo que antes solo tenían un Gadafi, mientras que ahora tienen cincuenta y tres…”.

Asimismo, señala que “la Guerra del Golfo fue una verdadera vergüenza, por no decir una de las peores crueldades. Saddam Hussein ciertamente no era un angelito, al contrario, pero Irak era un país bastante estable”. “Advertencia: no estoy defendiendo a Gadafi ni a Hussein. Pero ¿qué queda de la guerra?”, se preguntó el Pontífice.

Por eso, “no debemos exportar nuestra democracia a otros países, sino ayudarlos a desarrollar un proceso de maduración democrática acorde a sus características. No vayan a la guerra para importar una democracia que su pueblo no puede asimilar. Hay países que tienen un sistema monárquico y que probablemente nunca aceptarán una democracia, pero ciertamente podemos contribuir a que haya una mayor participación”, explica.

El Papa concluye dejando claro que es “un ignorante en materia de política internacional”, pero eso no quita para que considere que “detrás de la aparición del ISIS se esconde una elección occidental desafortunada”.

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