Fallece un sacerdote recién ordenado del Camino Neocatecumenal en un accidente de tráfico en Navarra

Renato Nahuel Bettini, de 29 años, era argentino y había estudiado en el Seminario Redemptoris Mater de Pamplona

“El pasado domingo, 16 de octubre, fallecía el joven sacerdote Renato Nahuel Bettini, vicario parroquial de Peralta y Funes”. Así anunciaba hoy la Iglesia de Navarra el fallecimiento del joven sacerdote, perteneciente al Camino Neocatecumenal, que perdía la vida como consecuencia de un accidente de tráfico.



El accidente, tal como relata el Diario de Navarra, ocurría a las 18:15 horas en el kilómetro 53,4 de la autopista, a la altura de la localidad de Caparroso. Según informó la Policía Foral, “se produjo una embestida oblicua de un vehículo que circulaba en sentido Pamplona sobre otro turismo, que recibió el impacto en el lateral”. El conductor del primer vehículo, un vecino de Caparroso de 41 años, resultó ileso, mientras que el sacerdote, conductor del otro automóvil, tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario de Navarra, donde fallecía unas horas después a causa de las lesiones del accidente.

“Bettini, de tan solo 29 años, se acababa de ordenar sacerdote el pasado 22 de junio, en la Catedral de Santa María la Real de Pamplona”, explica la diócesis, que ha subrayado que “su repentina muerte ha causado gran conmoción entre los vecinos de Peralta y Funes, así como entre sus compañeros del Seminario y sacerdotes”. Natural de Córdoba, Argentina, y miembro del Camino Neocatecumenal, el sacerdote cursó sus estudios en el Seminario Redemptoris Mater de Pamplona.

Palabras del arzobispo

Por su parte, el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez ha mostrado hoy dolor a través de un comunicado, por medio del cual ha hecho llegar su pésame a la familia. “Ante el Señor en el Sagrario y con el dolor profundo por el fallecimiento de D. Renato nos unimos a toda su familia que vive en Argentina, a los pueblos de Peralta y Funes a los que servía pastoralmente en comunión junto con D. Jorge Tejero, a las Comunidades Neocatecumenales con los que aprendió a donarse a Cristo y su Iglesia”, escribía el prelado.

“Nuestro dolor se convierte en la certeza que D. Renato vive en el amor misericordioso de Cristo Resucitado. Ofrezcamos sufragios y oraciones por su eterno descanso”, añadía, antes de agradecer su actuación “a las Fuerzas de Seguridad del Estado en la Policía Foral y Guardia Civil, a los Bomberos y a las atenciones del Hospital Universitario de Navarra”.

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