El gobierno de Nicaragua confisca un colegio católico y expulsa a tres religiosas

Se trata del Instituto Técnico Santa Luisa de Marillac, y las religiosas expulsadas pertenecen a las hermanas Dominicas de la Anunciata

Instituto Técnico Santa Luisa de Marillac

La investigadora nicaragüense en el exilio, Martha Patricia Molina, denunció que el gobierno de Nicaragua confiscó el Instituto Técnico Santa Luisa de Marillac, ubicado en el municipio de San Sebastián de Yalí, departamento de Jinotega, al norte de Nicaragua.



De acuerdo con la abogada y autora del informe ‘Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?’, el régimen sandinista “confiscó el Instituto Técnico Santa Luisa de Marillac”, que fue fundado hace 31 años, y pertenece a las religiosas de las Hijas de Santa Luisa de Marillac.

Habitantes de la localidad de San Sebastián de Yalí confirmaron a la prensa nicaragüense que el instituto ha sido ocupado por agentes de la Policía Nacional.

En tanto, el periódico digital El Confidencial dio a conocer que la semana pasada, el gobierno de Daniel Ortega intervino el colegio Susana López Carazo, “una de las obras emblemáticas de las Hermanas Dominicas de la Anunciata”, ubicado en el departamento de Rivas, al sur de Nicaragua, y expulsó a tres monjas de dicha congregación.

Cardenal Brenes llama a feligreses a no perder la calma

El pasado 27 de mayo, la Policía de Nicaragua acusó a la Iglesia católica nicaragüense de “lavar dinero” y ordenó, tanto a la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) como al cardenal Leopoldo Brenes, presentar documentos que muestren los movimientos de las cuentas bancarias de las diócesis.

Hasta el momento no ha habido un pronunciamiento de la CEN ni del cardenal Brenes, quien, no obstante, en su homilía dominical hizo una breve referencia a la situación, y pidió a los feligreses conservar la calma, pues “el Espíritu Santo es el que va llevando a esta Iglesia, y pronto tendremos las soluciones respectivas. Nuestras parroquias siguen trabajando“.

“Les invito también, ante esta situación que están viviendo nuestras parroquias, a no perder la calma y tampoco no escuchar muchas noticias, muchas publicaciones que exageran. Dicen fuentes fidedignas, pero nunca se revelan las fuentes fidedignas”, añadió el cardenal.

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