Caddy Adzbua: “En Congo se ha democratizado la violación a la mujer”

  • La periodista recibe hoy el Premio Internacional Manos Unidas 60 aniversario por su defensa de las víctimas de la guerra en su país
  • “Vivo con miedo, en una huida permanente, pero me siento privilegiada por la situación dramática que viven mis compatriotas”, denuncia

Caddy Adzuba

“Estoy amenazada de muerte. Vivo con miedo, en una huida permanente, pero aun así me siento privilegiada respecto a la situación dramática que viven las mujeres de mi país”. Con la voz ajena a cualquier atisbo de temblor y una mirada que se clava en los ojos de quien tiene enfrente, Caddy Adzbua denuncia el feminicidio que sufre República Democrática del Congo.



Esta periodista congoleña recogerá el Premio Internacional Manos Unidas 60 Aniversario por ser voz de denuncia de tantas mujeres víctimas de guerra que asola el país africano desde hace dos décadas. “Esto no es un cuento, es una realidad que conozco de primera mano en el día a día. Soy la prueba viva de todas estas atrocidades. Tengo 38 años y sólo he conocido la paz durante 14. El resto de mi vida ha sido violencia, conflicto, represión y violación”, reflexiona esta activista cuya labor también fue reconocida con el Príncipe de Asturias de la Concordia en 2014.

Vejación total y absoluta

Hablar de mujer como arma de guerra es hablar de violación, pero con un significado ampliamente superado con respecto a lo que explica vuestros diccionarios”, apunta Adzbua, que detalla “la vejación total y absoluta” a la que son sometidas sus compatriotas, víctimas de la trata y de la esclavitud sexual.

Estos hechos le llevan a cuestionar el apellido “democrático” con el que se define su país: “Lo único que se ha democratizado es matar al contrario, abusar de la mujer es lo único democrático en mi país”. Con esta misma contundencia sostiene que “mi país es un gran partido de fútbol con sus equipos que mueven el balón y los árbitros que imponen regla de juego. Pero los congoleños no participan. Son los futbolistas quienes van en búsqueda de las riquezas y del poder a costa de la guerra y de explotar, oprimir, violentar y robar al pueblo”.

Desde su realidad, la periodista amplía su reflexión más allá de las fronteras de su país y se pregunta: “¿Se tiene en cuenta la Declaración de los Derechos Humanos en el día a día?”. Ella misma aporta la respuesta: “Es el momento de pararnos a pensar para valorar el porqué de tanta violencia y de tanta guerra. Somos como animales en la selva que nos devoramos los unos a los otros. El hombre se ha convertido en un peligro para el propio hombre”.

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