José Francisco Gómez Hinojosa, vicario general de la Arquidiócesis de Monterrey (México)
Vicario General de la Arquidiócesis de Monterrey (México)

¿Revancha Papal?


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La Carta Apostólica en forma de Motu proprio, ‘Ad charisma tuendum’, en donde se indica que las prelaturas personales -eso es el Opus Dei- pasarán a depender de la congregación para el Clero y no de los Obispos, ha provocado las más diversas reacciones.



Una de ellas, la que pone atención a la formalidad jurídica, ve el cambio como una consecuencia de la reciente ‘Praedicate Evangelium’, en la que el papa Francisco pretende renovar la Curia Vaticana. Un hecho jurídico, protocolario, que no afecta el carisma original ni los trabajos pastorales de esa sociedad, tildada de secreta.

Otra interpretación ve un manazo en contra de “la Obra”, pues el prelado ya no será obispo, tendrán que presentar informes periódicos y, en suma, perderá el poder casi ilimitado del que que gozaba desde 1982, cuando Juan Pablo II instauró la primera, y hasta hoy única, prelatura personal, a cargo de José María Escrivá de Balaguer. El hoy canonizado se convirtió en un poderoso clérigo, que gozaba no sólo del afecto papal, sino de relaciones con importantes personajes de la vida económica y política del mundo entero, y de una casi absoluta autonomía.

el papa y Fernando Ocáriz

Foto: Opus Dei

Relacionada con esta última hay otra especulación: se trata de una venganza papal. Y es que un año antes de que viera la luz el Opus Dei con esa categoría eclesiástica, el mismo Papa polaco intervino la Compañía de Jesús, los jesuitas, ante la grave enfermedad del recordado Padre Arrupe, nombrando un representante personal. Para la congregación era una muestra clara de animadversión vaticana, debida a su rechazo al estilo pastoral jesuítico, más dado a transitar entre el polvo de las comunidades marginadas y no en las mansiones de empresarios y políticos.

Cuarenta años después: ¿viene el desquite? Quienes así piensan sostienen que Bergoglio, antes de ser Papa, y de haber servido como Cardenal, Arzobispo, Obispo y Presbítero… es jesuita, y hoy con el poder en la mano golpea a enemigos de antaño.

Yo no lo creo. Es cierto que el argentino es humano, y que los jesuitas son siempre… muy jesuitas, pero no me parece que se le dé la venganza. La puesta en orden del Opus Dei forma parte, así lo veo, de esta teología impulsada por Francisco de Roma, en la que quiere pastores con olor a oveja, y no a perfume francés.

Personalmente conozco a integrantes de la Obra como de otras corporaciones religiosas cuestionadas -no escribo nombres… imagíneselas- que buscan vivir su carisma con la mayor honestidad y entrega posibles, aunque no me ciego a sus historias macabras y complicidades flagrantes. El hecho hay que inscribirlo en la invitación del papa Francisco para que todos, consagrados y laicos, nos montemos en la ola renovadora que sigue impulsando. Así sea.

Pro-vocación

Y el evangelio de hoy cuestiona a esas agrupaciones religiosas que sostienen la teoría del goteo pastoral: si convertimos a los ricos, volviéndolos más generosos, los pobres resultarán beneficiados. En la práctica, tales instituciones ni han convertido a los ricos, ni han beneficiado a los pobres, y sí han logrado ventajas para ellas.