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Trinidad Ried

Trinidad Ried

Ritos de Adviento: el mejor regalo de Navidad

Las costumbres tradicionales de Adviento nos recuerdan que somos más que máquinas corriendo por consumir y aparentar. Un solo adorno puede ser un portal para traer a la memoria recuerdos significativos que nos despierten de la anestesia y permitirnos reconectarnos con nosotros mismos y con los demás.

Una espiritualidad sana

Para construir una espiritualidad sana, debemos salir de la zona de confort donde nos podamos encontrar y sumar muchos más rostros y vivencias diversas a la nuestra. Habrá que conocer diferentes carismas, peregrinar por diferentes sitios (tanto física como digitalmente), leer posturas diferentes.

Lo que se acepta duele menos

Querer negar la cruz que hoy se nos presenta, devolverla, cambiarla, es “perder nuestra vida”, como dice el Señor, pues nos ahogamos en sufrimientos personales y colectivos. Aceptar, en cambio, nos dolerá menos y podremos ver las oportunidades, frutos y dones que podemos desarrollar.

Españoles, no estáis solos

Cuando la tragedia nos supera en capacidad de respuesta y de comprensión, el amor a la vida, a los demás y a la naturaleza es lo único que nos permite dar un paso y raspar fuerzas de donde no hay más que lágrimas.

Desconectados y despoblados

Debemos dejar nosotros mismos las pantallas un buen rato y comenzar a hacer pausas diarias de silencio, a hablar con los vecinos, a saludar en la calle, a volver a ir al supermercado, al banco, a la plaza, a la librería y a pasear, sin un cable amarrado al alma
Primer plano de los ojos de un niño

Amar y espiritualidad

A muchas personas, la espiritualidad les parece como algo muy lejano, casi inalcanzable, porque suponen una vida monacal, silenciosa y calma, que no tiene nada que ver con su realidad vertiginosa, trabajólica, llena de incertidumbres, agobios e impotencia.

“Parecer normal” sin serlo ni estarlo

Visualicé a nuestra Iglesia con los dos brazos fracturados, pareciendo “normal” como antes, pero profundamente herida y necesitada de sanación. Hoy, “lo normal” es estar alejados de Dios y rendirle adoración al dinero, a las armas y al poder
Un chico y una chica se abrazan en presencia de una mujer

¡No es normal! Cada día más enfermos y estresados

El doctor Gabor Maté señala que hemos aceptado un modo de vida plagado de negatividad, estrés y polarización. Este entorno tóxico, sumado a traumas no resueltos y sistemas sociales que promueven la ansiedad, está desconectándonos de nuestra esencia, del plan de Dios, lo que inevitablemente nos enferma.

Orientaciones para el Sínodo de la Sinodalidad

En la medida en que primen la transparencia, la confianza, la intención de amar, de buscar el bien mayor de la humanidad, de promover un “juego limpio” y fecundo, este  Sínodo de la Sinodalidad podrá cambiar la historia de nuestra Iglesia.
Barbie

Atada a la belleza: una reflexión sobre la liberación personal

Ver mi rostro marcado por el dolor y el cansancio, sumido en la tristeza al no poder peinarme ni maquillarme por mí misma, me llevó a reconocer cuánto me afecta el ideal de belleza y cómo había permitido que este definiera mi percepción de mí misma

Adictos al like: el circo romano actual

Muchas personas ahora se orientan tanto hacia la exterioridad que han olvidado el valor de la interioridad, el espíritu, la introspección y el encuentro con Dios/Amor. Han movido el eje de sus vidas desde el alma a la piel, perdiendo hondura, fortaleza y autenticidad.

Los tiempos de Dios

Estamos tan obnubilados por el poder de la ciencia, los datos, la tecnología, la razón y el voluntarismo individual, que nos inventamos mitos que nos arropan en una falsa seguridad, cuando en realidad estamos desnudos en nuestra fragilidad.
Un chico y una chica se abrazan en presencia de una mujer

Doble empatía

La doble empatía es otra forma de encarnar el Evangelio del Señor cuando nos pide que no juzguemos con tanta severidad al ver una paja en el ojo ajeno y que seamos conscientes que podemos poseer una viga en el propio.

La literatura, rostro del Espíritu Santo

Los libros, en especial los más bellos y luminosos, pero también los más complejos y oscuros, son instrumentos del Espíritu Santo, que “sopla en todas partes y que hace nuevas todas las cosas”, porque revelan lo humano y nada de lo humano no puede ser redimido.
ancianos-coronavirus

La revolución de los viejos: la esperanza de la humanidad

Todos vamos a morir un día, pero ojalá lo hagamos sabiendo que pudimos cortar con muchos de los modos tóxicos de la actualidad y legar un testimonio de amor y servicio. Los mayores tenemos las herramientas concretas y espirituales para cambiar el rumbo.
El exorcista película diablo demonio satán satanás

La locura del diablo

Cuando fácilmente se define que alguien está endemoniado en los tiempos de hoy, debemos al menos revisar si detrás no hay un modo de control por el miedo, por parte de algún grupo o autoridad religiosa, en forma consciente o inconsciente.

Resiliencia vs resistencia

Enderezarnos cuando las circunstancias nos doblan es un don maravilloso que ojalá todos pudiéramos cultivar. Sin embargo, no debemos confundir la resiliencia con el aguantar dócil y pasivamente la injusticia o el abuso.

El peso del legado

El legado no es algo que se controle o se pueda disponer a voluntad, pasando todo por un crisol que deje el oro desprovisto de todo el resto del mineral. Somos seres complejos y llenos de matices, y así nos recordarán

La vida, un mosaico para armar

Hay experiencias que no queremos “pegar” porque nos duelen y nos “abollan” el alma. Sin embargo, el misterio insondable de esas piezas “sombrías” es lo que permite que otras se destaquen y se creen las vetas donde la luz se realza y hace una obra de arte maravillosa.

Para no olvidar: uno propone y Dios dispone

En el fondo, Dios, con la madre naturaleza, nos está dando vuelta a las estructuras para que seamos conscientes que somos seres espirituales, sus hijos amados, y que debemos ordenarnos por el amor y no por el temor.

Atada (IV): vejez temporal

Ser auténtica y coherente con mis necesidades me da permiso para ser feliz con toda mi fragilidad y ambigüedad. Despojarme de la juventud y aceptar mi edad, sin máscaras ni mentiras, me ha espantado a ratos la soledad mordiente.

Pedro y Judas en la cárcel de Santiago

En la cárcel, acompañando a condenados por abusos sexuales, he sido testigo del cambio interior en hombres que han cometido delitos, pero que se comportan con una humanidad, un delicadeza y un ternura casi maternales
Catequesis de la JMJ de Cracovia 2016

Redescubriendo la fe en los jóvenes de hoy

Yo creo que nuestros hijos jamás van a tener la fe que nosotros tuvimos. Es una afirmación fuerte, pero considero que es una oportunidad más que una tragedia.

Atada (III): resistir la picazón

La picazón del alma es difícil de ser contenida o consolada y, las más de las veces, se vive en profunda desolación y te aíslas de los demás.

La encarnación del Espíritu Santo

Si nos observarnos como humanidad, sociedad e Iglesia, quizás estamos mucho más cerca de una Torre de Babel, inundada de luchas de poder, incomunicación, conflictos, desconfianza, individualismo y guerras, que de un Cenáculo donde todos hablamos la misma lengua del amor.

Atada (II): empatía de la A la Z

A veces nos cuidamos como si el mismo Dios nos habilitara, “Tú en mí y yo en Ti”, pero también sucumbimos al demonio interior que nos flagela, haciéndonos sentir una carga, inútiles y culpables de lo que nos pasó.

Atada (I)

El que otros me cuiden es un idioma que no sé hablar y, entre balbuceos y ensayos, voy aprendiendo a dejarme amar, pero me siento torpe, inexperta en recibir sin dar.
Imagen de archivo de varias personas con teléfonos móvil y el logo de Twitter al fondo/Archivo VN

La intimidad como espectáculo

Las redes no solo son un espectáculo de intimidad, sino también un circo romano donde la agresión y la descalificación se hacen presentes sin ningún filtro de compasión ni humanidad.

La vida: la primera, la última y la única

Si cada mañana nos despertamos como los niños en Navidad, con el asombro cosido a la mente, con la ilusión bordada en el alma y con el entusiasmo pegado en el cuerpo, seguramente cada encuentro y vivencia que tengamos vamos a experimentarla con gozo.
Virgen María

La impotencia y su fecundidad

No sé si resultará una herejía, pero, como hombre, no sé si Jesús habría sido capaz de soportar tanto vejamen e injusticia si hubiese estado en la más completa soledad.

El proceso de resurrección

La vida ha vencido sobre nuestras sombras, miedos, defectos, heridas, fragilidades y errores, permitiéndonos comenzar de nuevo y continuar nuestro camino, amando y sirviendo, tal como el Señor nos enseñó.

Cuestión de fe

Detengámonos, por ejemplo, en aquellos que cargan con la cruz de haber perdido un hijo y logran seguir caminando. Probablemente, no hay dolor más grande que ese; sin embargo, el mismo Dios también pasó por eso y camina al lado de todos los que llevan ese abismo desgarrador dentro.

Ser en la diversidad

En el 8M hay gestos bonitos de reparación y gratuidad, pero también se da un entorno hostil, intolerante y dividido entre las mismas mujeres, que se agreden desde sus trincheras ideológicas extremas.

La confianza: otro rostro para Dios

Nuestros sentidos y percepciones son absolutamente vulnerables para hacernos ver, oír y percibir una flor plástica como una flor recién cortada, llena de vitalidad. La desconfianza se desparrama peor que el petróleo en el mar.

Nuestra pequeña transfiguración personal

Abrazar el Amor con mayúscula implica que este sea el motor que impulse nuestra existencia, sostenga nuestros vínculos con nosotros mismos, con los demás y con la creación, y nos permita discernir y decidir en las encrucijadas vitales.
confesionario

La conversión: ¿es posible en realidad?

Resulta aterrador y paradójico que, dentro de los mismos católicos, la conversión se haya extinguido, cuando es el mensaje central de Dios. (...) El “pecador” se usa como chivo expiatorio para señalar la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio.
Pareja de recién casados de la mano

Los jóvenes y el sacramento del matrimonio: “No quiero”

Ante la pregunta de si quieren casarse por la Iglesia, cada vez son más las parejas de jóvenes que manifiestan su negativa frente al compromiso y el sacramento, evidenciando una compleja problemática social, religiosa, catequética y personal. Una mirada crítica, constructiva y propositiva sobre cómo “reencantar” en el amor y en la fe a las parejas de hoy, nos ofrece esperanzas para no dejar fuera a Dios en una de las “empresas” más enriquecedoras y desafiantes en las que podemos crecer como seres humanos: la vocación matrimonial
Fallece el ex presidente de Chile Sebastián Piñera

Una muerte “bonita”

Si nos tocara morir hoy, ¿sería la nuestra una muerte “bonita” o pasaríamos al olvido sin más, ocupando solo un espacio en un cementerio, pero no en el alma de los demás? Debemos vivir cada día intentando emular la magnitud de Cristo, que se mide solo por el amor y la dignidad con que nos tratamos.
Incendio en Chile

Impotentes frente al mal

Resulta difícil creer que, tras los incendios que afectan a numerosos chilenos, sus hogares, empleos y vastas extensiones de bosques y cerros, haya individuos que deliberadamente los provoquen con el propósito de sembrar destrucción, muerte y sufrimiento. Pero un punto de maldad genera ondas de bondad.
Un niño contempla el horizonte desde la cima de una montaña

La diversidad: puerta a la salvación

Antes de etiquetar o encasillar, es crucial tomarse el tiempo para conocer y darnos a conocer, aprender de la historia y perspectiva del otro, y reconocer que, en la diversidad, todos necesitamos lo mismo: amar y ser amados.

Los frutos de detenerse

Parar nos hace humanos y nos permite decantar el hacer y madurar los frutos que podamos gestar. Detenernos es el preámbulo para gestar la vida, salvarla y, de paso, salvar al planeta y a la humanidad.

Espíritus encarnados

Desde Descartes en adelante, al menos en Occidente, hemos olvidado el cuerpo como parte integral de lo que somos. (...) La persona que no se habita a sí misma genera un sin sentido que está afectando profundamente a la humanidad.

La horizontalidad: clave para una comunicación sana

El individualismo y el rendimiento que imperan hoy exacerban los vínculos verticales, el sectarismo, los guetos, la tiranía de la imagen y la soberbia como modo de relación.

Adviento en el cuerpo de un delfín

Si estamos atentos en la vida, no distraídos ni dormidos, podemos tener la oportunidad de que todo y todos nos hablen de Dios, especialmente en este tiempo de Adviento, donde queremos aquietarnos y encontrarnos con Él.
circo

Un elefante en el camino

Cuando este delicado equilibrio se quiebra, un “elefante” compuesto por miedo, rencor, rabia, desconfianza, soledad, dolor y toxicidad en general, empieza a crecer en medio de ese vínculo e impide que las personas se encuentren y puedan “bailar” con libertad y felicidad.

Y descendió a los infiernos…

Los dolores de la infancia quedaron sepultados en el fondo de nuestro cuerpo y psique, y siguen influyendo e irrigando nuestros pasos. Hasta que un experto no nos ayude a sacar toda esa energía acumulada, seguirá nuestro ser sin poder subir a los cielos de su plenitud.

Adviento, ocasión para cambiar

Avancemos hacia una Navidad real: sin prisa, pero sin pausa, siguiendo la estrella de la esperanza de Dios, guiando nuestro trabajo de transformación, podremos llegar al 24 de diciembre más libres del ego... Más felices y en paz.

Colgando de un hilo

El desafío está en reconocer cuál es nuestra “cuerda” y tenerla muy bien afinada y firme al cielo y a la tierra donde vivimos. Solo aceptando y valorando lo que somos, podremos “vibrar” adecuadamente y cumplir la voluntad y el sueño de Dios con nosotros.

Estar preparados

Ver el blanco radiante recuperar su brillo es un gozo que nos devuelve la esperanza y el entusiasmo por vivir más. Si así sucede con un baño, una pared o un artículo dañado por el tiempo, cuánta más felicidad podemos obtener si purificamos nuestra alma.
imagen de estudio de violencia contra una menor

Jesús y las personas cortisol

La persona pierde la confianza en la vida, en los demás, en Dios mismo, y se focaliza solo en acaparar, sin compartir ni gozar de lo que posee con libertad. Se vuelve esclavo de las cosas y, por lo mismo, el cortisol se apodera de su vida y hace mucho daño en los demás.