Don Bosco es un disidente. Un reformador adelantado a su tiempo que inaugura una especie de antropología de la convivencia capaz de dale la vuelta al sistema. Sus avances en materia de trabajo, condiciones laborales y promoción de las clases populares hacen del personaje un referente necesario hoy en al ámbito de la educación y de la justicia social, del diálogo intercultural y de la apuesta por sociedades inclusivas, acogedoras y garantes de los derechos universales.
En Europa, como en otras partes del mundo occidental, las comunidades cristianas se sienten zarandeadas ante los desafíos de una sociedad liberal y secularizada en la que no faltan los envites de un laicismo …
Juan Bosco fue un pionero del acompañamiento social. Pero fue, sobre todo, un santo. Le hablaba a sus chicos de cuánto los amaba Dios. Estaba convencido de que sus jóvenes eran mejores cuando abrían su corazón a la experiencia religiosa.