Más de 2.000 personas llenaron ayer la basílica en una eucaristía que marca el año centrado en la juventud
El cardenal Omella presidió la misa, pero dejó la homilía en manos del obispo de Bangassou, Juan José Aguirre: “Las lágrimas de cristianos y musulmanes tienen el mismo color”
Después de suspender su agenda pública durante tres días por una indisposición, participa en la oración dominical y grita de forma enérgica: “Jamás dialoguéis con la tentación, jamás dialoguéis con el diablo”
Al final de su intervención anunció que “lamentablemente” no acudirá al habitual retiro cuaresmal de la Curia