Los Objetivos del Milenio, en tela de juicio

Cáritas Internacional pide a los países del G-8 que no olviden sus promesas

(José Carlos Rodríguez) Sería un escándalo si debido a la falta de apoyo de los países ricos a los pobres no se les diera la oportunidad de cambiar sus vidas”. Así se expre­só el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, presidente de Cáritas Internationalis, en un mensaje a los líderes de los países que forman el G-8. El prelado hondureño les recordaba así que deben mantener sus promesas de alcanzar los ocho objetivos del milenio que se propusieron para el 2015 con el fin de acabar con la pobreza en el mundo.

El G-8 está compuesto por Canadá, Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia y el Reino Unido. Este mes de julio se reunirán, del 7 al 9, en la ciudad japonesa de Hokkaido, y en la agenda figuran temas como el desarrollo en África, el cambio climático y la economía global. “Hay un peligro real de que los objetivos del milenio para el desarrollo sean recordados como palabras vacías, y esto sólo puede alimentar el escepticismo que tanta gente de países en desarrollo tiene hacia las declaraciones de los países ricos”, añadió el cardenal Rodríguez Maradiaga.

Estas declaraciones fueron hechas al hilo de una campaña con la que Cáritas ha pedido a sus simpatizantes que envíen tarjetas y mensajes por correo electrónico al Gobierno de Japón. La Cáritas de este país ha tomado ya la delantera al distribuir 80.000 de estas tarjetas a sus miembros, encabezadas por los obispos japoneses Isao Kikuchi y Kazuo Koda, en las que se recuerda que ya el año pasado el papa Benedicto XVI pidió a los miembros del G-8 que no olvidaran sus promesas. Esta organización católica, humanitaria y social estará presente durante la reunión del G-8 por medio de algunos de sus representantes.

Los Objetivos del Milenio fueron marcados en la cumbre de Gleneagles (Escocia) en 2005, y abarcan desde erradicar la pobreza extrema hasta acabar con enfermedades como el sida y el paludismo. Informes recientes de Naciones Unidas señalan que cada año siguen muriendo cinco millones de niños en el continente africano. Además, hay países, como Botswana, Zimbabwe y Suazilandia, donde durante la última década la esperanza de vida ha pasado de ser de más de 60 años a menos de 40 debido al VIH. Datos como éstos, unidos al hecho de que la ayuda para el desarrollo está muy por debajo de lo que se prometió en 2005, hacen que organizaciones como Cáritas vean necesario no aflojar la presión sobre los países ricos.

Para unirse a la campaña: www.caritas.org/includes/pdf/g8postcardenglish.pdf

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