Ángelus: El Papa pide el fin de la crisis política en Venezuela

  • Francisco instó a las partes a llegar a un acuerdo “que ponga fin al sufrimiento de la gente”
  • Miembros de la oposición y enviados de Maduro negocian en Barbados con la mediación de Noruega

Como ya ha hecho en anteriores ocasiones, y tras el rezo del ángelus ante la multitud concentrada este domingo 14 de julio en la plaza de San Pedro, el Papa ha expresado su “cercanía con el amado pueblo venezolano, especialmente probado por la continua crisis”, y ha rogado “al Señor que inspire e ilumine a las partes involucradas, para que puedan llegar a un acuerdo lo antes posible que ponga fin al sufrimiento de la gente por el bien del país y de toda la región”.

Sin añadir más detalles, esta alusión está plena de sentido si se tiene en cuenta que, estos días, miembros de la oposición venezolana participan en Barbados en un proceso de diálogo con enviados de Nicolás Maduro y que, con el gobierno de Noruega como mediador, están negociando para buscar una salida a la dramática situación política, social y económica, y en donde se estarían planteando una convocatoria electoral a la que, según algunas fuentes, no se presentaría Maduro.

El buen samaritano como modelo

Antes del rezo del ángelus, y glosando el evangelio del día sobre la parábola del buen samaritano, Francisco señaló que Jesús propuso como modelo a aquel hombre, “quien al amar a su hermano como a sí mismo, muestra que ama a Dios con todo su corazón y con todas sus fuerzas, y al mismo tiempo expresa la verdadera religiosidad y la plena humanidad”.

El Papa insistió en la importancia de “una de las más bellas parábolas del evangelio”, porque ayuda a saber a quién hemos de considerar nuestro prójimo. “Los judíos trataron a los samaritanos con desprecio, considerándolos extranjeros para el pueblo elegido. Por lo tanto, no es una coincidencia que Jesús eligiera a un samaritano como un personaje positivo en la parábola. De esta manera, quiere superar los prejuicios, mostrando que incluso un extranjero, incluso uno que no conoce al verdadero Dios y no asiste a su templo, puede comportarse de acuerdo con su voluntad”, señaló Francisco.

La compasión, la piedra angular

“Jesús –abundó el Pontífice–  propone como modelo a uno que no era un hombre de fe, pero que amando a su hermano, que no conoce, demuestra que ama a Dios”, subrayando que “la capacidad de compasión se ha convertido en la piedra angular del cristiano”.

Antes de despedirse y pedir que rezasen por él, Francisco saludó a los peregrinos que quisieron acompañarle en una mañana de sol radiante, entre ellos a los jóvenes de la diócesis de Pamplona y Tudela.

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