4,9 millones de trabajadores ganan menos que un trabajador formal

Un trabajador formal en Colombia gana más del doble de uno que se desempeña en la informalidad, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad del Rosario. Esta noticia registrada en portafolio.co, agosto 29 de 2011, comenta que el año pasado, en las 13 principales áreas metropolitanas, el salario mensual promedio de un trabajador informal fue de $545.258 pesos, mientras que el de un colega que labora en la formalidad fue de $1’179.361 pesos, es decir, 116,3% más.

Las enormes brechas de ingresos existentes entre el empleo formal y el informal juegan en contra del trabajo de la mujer, pues son mucho más pronunciadas y “preocupantes” en la informalidad. En los empleos formales el salario promedio de una trabajadora es 9,2% menor al de sus colegas hombres, el salario promedio de una trabajadora informal es 13,2% menor al de un trabajador informal. La informalidad en el trabajo se mantiene por encima del 50%, incluso, con la nueva forma de medición del DANE. Esta situación no se transforma -según se plantea en un reciente reportaje de la Agencia Laboral de la Escuela Nacional Sindical ENS- “si el modelo económico colombiano no genera mejores condiciones laborales. Para ello hay que lograr un modelo de desarrollo democrático y alternativo que tenga como centro al ser humano… a ejemplo de las políticas económicas seguidas por Argentina, Uruguay y Brasil que han demostrado que se puede tener crecimiento económico con inclusión social, lo que desmitifica que preservar derechos laborales va en contra de la economía”.

Tra-bajar para bajar?

Curioso este juego de palabras. Trabajar para bajar de peso sería interesante cuando se está obeso, pero si se está muy delgado no sería para nada aconsejable. Y trabajar para bajar los pe$o$ a ninguno nos da alegría tampoco, sin embargo, es eso a veces lo que sienten no pocos colombianos: “trabajo igual o más que antes pero gano menos”. No consuela mucho saber que eso es porque algunos están ganando más y más.
Ese creciente número de trabajadores llamados los “indignados” que crece y protesta en España simboliza la indignación en la que se sienten muchos. Sí, indignación ante la baja o la ausencia de trabajo; sí, indignación ante el desprecio o indiferencia de los que todavía flotan en el mercado laboral mientras otros se hunden. Sería muy interesante tra-bajar en la reducción del costo de vida y del número de desempleados o sub empleados. Sería muy interesante bajarle el ánimo al corazón que piensa, siente y sueña con ganancias y más ganancias egoístas que no lo llenan jamás porque al corazón no lo satisfacen las riquezas sino el amor. Cuando las metas de bajar el desempleo comiencen a ser buscadas en serio todos seremos beneficiados. Todos ganaremos más, seremos más personas, más humanos y por lo mismo más hermanos. VNC
TEXTO: Rubén Darío Hernández Pbro. (misioneros del trabajo de la snps)

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