Carlos García Andrade: “El Resucitado está presente en todo ser humano”

Carlos García Andrade

‘Diversos para vivir en comunión’ es el nombre de la ponencia que, este miércoles, ha pronunciado el claretiano Carlos García Andrade en la 53ª Semana Nacional para la Vida Consagrada -impulsada por el Instituto Teológico de Vida Religiosa (ITVR) de los misioneros claretianos-, que este año se celebra en el Espacio Maldonado de Madrid en modalidad tanto presencial como online bajo el lema ‘Comunión y fraternidad: dos tareas siempre pendientes’.



En ella, García Andrade ha partido de la idea de la Trinidad. “La dinámica de la comunión concierne tres ejes fundamentales de la fe cristiana. La Idea de Dios, la idea del hombre y el lazo entre teología e historia: se trata de discernir y de responder a los signos de los tiempos. En los tres casos hay dificultades que superar”, ha señalado.

En este sentido, ha apuntado que la realidad trinitaria de Dios “emerge una nueva imagen divina que, sin dejar de ser el Absoluto, eterno, infinito y Único, es mucho más aceptable por la cultura moderna porque deja espacio a la libertad, defiende la pluralidad y la autonomía”. “Habrá que hablar de un Absoluto-relativo, es decir, un Dios capaz de relación, capaz de acoger lo diferente, de respetarlo”, ha apostillado, ya que “una imagen de Dios que estará en condiciones de superar el rechazo contemporáneo hacia toda idea de Absoluto y que se despliega en una comunión, modelo para la comunión interhumana”.

Por otro lado, García Andrade ha explicado que la comunión interhumana “es similar a la comunión divina”, ya que, “en algún modo, en el ‘nosotros’ tenemos a los otros dentro de nosotros mismos”. De esto hay una base bíblica: “Si miramos con precisión, la petición de Jesús al Padre en su oración sacerdotal confirma lo dicho. ‘Padre, que todos sean uno, como Tú en mí y yo en Ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado’ (Jn 17,21)”.

“Un eje de la fe que toca la idea de comunión es la del ser humano. No sólo porque también hay experiencias de comunión interhumana”, ha dicho, sino porque “la pretensión de nuestra fe es que tales vivencias de comunión tienen mucho que ver con la comunión trinitaria”.

“Mi propuesta sobre la comunión y la fraternidad remitiendo al modelo trinitario, no pretende ejecutar una acrobacia teológica para satisfacer a quienes aman la especulación”, ha continuado. “Mi propósito es conectar con un modelo alternativo de comprensión de la realidad, que se abre paso, con dificultad, pero sin pausa, en los entresijos de la cultura del siglo XXI, y que, desde mi punto de vista, coincide fundamentalmente con el esquema que se deriva, para los creyentes, del modelo trinitario”.

“Si a lo dicho añadimos que en cada ser humano está presente el Resucitado, nos daremos cuenta del fruto inesperado que nos ofrece esta comunión mediante el don de amor recíproco: La presencia del Resucitado vivo entre nosotros según su promesa”, ha aseverado el religioso.

“Para ser yo mismo y realizar mi carisma claretiano, tengo necesidad de la comunión con los demás, que no son claretianos, o ni siquiera religiosos, o incluso ni siquiera cristianos y vivir nuestra respectiva identidad distinta en reciprocidad compartida mediante el amor de donación recíproca constituye la esencia que deriva de la comunión trinitaria”, ha concluido. “Y, además, es la que tiene más futuro en la misión evangelizadora”.

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