El Vaticano se autocorrige en una sentencia histórica: sí hubo abusos sexuales entre los monaguillos del Papa

El Tribunal de la Santa Sede acepta la apelación de la víctima del sacerdote Gabriele Martinelli, que ha sido condenado a dos años y seis meses de reclusión así como al pago de más de mil euros de multa

El sacerdote Gabriele Martinelli, de 31 años, antiguo alumno del Preseminario San Pío X, ha sido declarado por el culpable Tribunal de Apelación del Vaticano del delito de corrupción de menores. De esta manera cambia la sentencia que le absolvió en primera instancia y le apunta como autor de los abusos a menores ocurridos en el centro en el que se forman los ‘monaguillos del Papa’ entre el 9 de agosto de 2008 y el 19 de marzo de 2009.



El tribunal, que ha estado presidido por el obispo Alejandro Arellano Cedillo ha decretado una condena de dos años y seis meses de reclusión, así como más mil euros de multa, según informan los medios vaticanos. La sentencia es diametralmente diferente a la de la primera instancia cuando el juez absolvió a Martinelli por insuficiencia de pruebas. En cambio, mantiene su rechazo a la demanda de indemnización por daños y perjuicios presentada por el demandante civil.

Corrupción de menores

El actual sacerdote de la diócesis italiana de Como abusó –en varias ocasiones hasta 2008– de otro seminarista seis meses más joven que él, L.G., aunque siendo los dos menores de edad, en la institución que estuvo dentro de los muros vaticanos hasta 2021 y en la que se forman los monaguillos de las grandes celebraciones presididas por el Papa. En el primer juicio la defensa pidió que se acusara a Martinelli de violación y actos de lascivia ya que el compañero tenía menos de 16 años. Tras casi un año de juicio, el 6 de octubre de 2021 llegó la sentencia que absolvía también al antiguo rector del Preseminario, Enrico Radice, de 73 años, acusado de complicidad. Ambos forman parte de la diócesis de Como, responsable de la dirección del Preseminario a través de la conocida como Opera don Folci.

Para la abogada de la víctima, Laura Sgrò –una habitual de las causas vaticanas–, esta sentencia es “histórica” ya que es la primera por abusos cometidos en territorio vaticano. “Espero que pueda invitar a una reflexión aún más profunda sobre el tema de los abusos en la Iglesia”, señaló a la agencia Efe.

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