El obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, ha presidido en la aldea del Rocío, en Almonte, la eucaristía en la que el pueblo renueva su tradicional voto a la Virgen, una costumbre que cumple 209 años tras el intento de invasión de los franceses y que está organizada por la Función del Voto del Rocío Chico. Para el prelado, la lucha hoy se produce “frente a una cultura secularizada, cada vez más extendida, la comunidad cristiana no puede permanecer impasible, acomplejada o arrinconada”.
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El prelado se ha mostrado agradecido por sentirse “librados por la intercesión de la Virgen del Rocío de las fatales consecuencias que incluso pudieron suponer la desaparición, por exterminio, de los lugareños”. El obispo ha reclamado en la homilía que “la comunidad cristiana debe ofertar, con firmeza y con gozo, el anuncio alegre de la Buena Nueva de Jesucristo” y ha de hacerlo “con suavidad y con fortaleza, con valentía y con respeto, con firmeza y con gozo el anuncio alegre de la Buena Nueva de Jesucristo”.
Nuevos misioneros de la misericordia
Gómez Sierra ha destacado que la devoción mariana “ha de fortalecerse y crecer en fidelidad al Evangelio y convertirse, cada vez más, en un testimonio vivo y operante en la sociedad, como un servicio, con el mismo espíritu de servicio de María, nuestro modelo de creyente”. Para el prelado “la devoción rociera es, pues, expresión de nuestra unión con Dios, de nuestra condición de hijos de Dios, por lo que no puede haber disociación entre nuestro ser cristiano y nuestra devoción mariana”. Por ello ha destacado que la verdadera “devoción rociera” se traduce en “una oración confiada, como en el día de hoy en el que Almonte hace memoria, conmemorando que lo protegiera de su destrucción durante la invasión francesa; una alabanza entusiasta, una alabanza que está en el meollo de nuestra fe en el Pastorcito Divino del Rocío”, cocnluyó.
Tras la eucaristía, se celebró una procesión del Santísimo Sacramento en el entorno del Santuario. En la celebración, el obispo ha informado del nombramiento como ‘misioneros de la misericordia’ del vicario episcopal del Condado, párroco de Almonte y rector del Santuario del Rocío, Francisco Miguel Valencia Bando, y del vicario parroquial de Almonte, José Antonio Castilla Rodríguez.
