Citando la frase evangélica “no podemos callar lo que hemos visto y oído” (Hch 4, 20), el área de mujeres del Departamento de Laicos (DEPLAI) refiere la situación de vulnerabilidad que viven muchas las mujeres en el país y sus consecuencias.
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Enumera, luego, una serie de víctimas de feminicidio que causaron conmoción en la opinión pública: Úrsula, Guadalupe, Manuela, Florencia, Cintia, Paula, Sandra, Camila, y decenas de nombres, para remarcar una realidad con terribles estadísticas: “Un femicidio cada 23 horas… más de 30 hijos e hijas perdieron a su mamá solo en lo que va del año”.
Señalan que el 42% de las víctimas vivían con su asesino. Se preguntan si podemos imaginar el miedo y el sufrimiento de estas mujeres, y de sus hijos, padres y seres queridos. “¿Podemos callar frente a esta realidad?” Ciertamente no”, cuestionan.
“No alcanzan las denuncias, los botones de pánico no llegan o no sirven, algunas pulseras electrónicas son burladas y las mujeres siguen muriendo…”, ratifican desde el organismo.
El compromiso de la comunidad
Reiteran que las mujeres no podemos callar ni pensar que se trata de un acto violento de un paciente psiquiátrico, no es un accidente ni una desgracia excepcional. Mencionan una frase que circula actualmente en la que confirma que todas tenemos una amiga violentada pero nadie tiene un amigo violento. Por eso, apelan ante esta necesidad, al compromiso de las comunidades para prevenir la violencia y la muerte.
Agregan que como el buen samaritano, estamos llamados y llamadas a detenernos y conmovernos. Pero no también a hacer “por las Úrsulas al borde del camino, transformarnos en hermanas y hermanos, con una compasión activa y lúcida, valiente y oportuna”. Después de ‘Fratelli Tutti’, no podemos mirar de costado la muerte de tantas mujeres.
Recordaron que, en febrero, el Papa Francisco pidió rezar por las mujeres víctimas de cualquier forma de violencia sea “psicológica, verbal, física, sexual” “para que sean protegidas por la sociedad y su sufrimiento sea considerado y escuchado por todos”.
Basta de muertes
Las mujeres del área del DEPLAI expresan que “no podemos callar, ni dejar de actuar protegiendo a las víctimas, escuchando sus denuncias, reclamando justicia para ellas y sus familias, previniendo con educación para que estas conductas violentas y enfermas puedan ser detectadas a tiempo, acompañando a quienes sufren por la muerte injusta…”
Finalmente, ratifican:”¡Basta de muertes!”.
A modo de compromiso para este Día de la Mujer, expresan: “nuestra fe cristiana nos invita al amor concreto, a actuar y por ello no podemos callar. Ya no. Ni queremos”.
