El obispo de Temuco lamenta falta de concreción en promesas hechas a pueblos indígenas

“Los pueblos (indígenas) desde hace tiempo anhelan la acogida definitiva de temas que son fundamentales en cuanto reconocimiento, trato y reparación; algunos de ellos prometidos hace años, otros en proyectos de ley que esperan en el Congreso, otros suscritos por Chile en tratados internacionales, etc. Muchos se preguntan por qué no se concretizan”, afirmó el obispo de Temuco, Héctor Vargas, entrevistado por el Diario Austral, de su diócesis. Esta entrevista coincide con el Año Nuevo mapuche que se celebra en el solsticio de invierno y que tiene hondo significado y gran adhesión en esta zona.



“Me parece que, a lo largo de la historia, la relación con estos pueblos no ha logrado estar a la altura que exige este enorme desafío, continúa el obispo. Un caminar titubeante fruto quizás de una política de indecisiones, generando una deuda con muchas heridas y dolorosas consecuencias, no sólo para el mundo indígena”.

Valiosas conclusiones

Vargas conoce bien esa historia ya que, además de su cercanía con el pueblo mapuche del que es obispo, el año 2015, a solicitud de la Presidenta Bachelet, presidió la Comisión Asesora Presidencial para La Araucanía que entregó un informe con 70 propuestas, en enero del 2017. En esta entrevista recuerda su experiencia y los varios esfuerzos ya hechos.

“Sin duda, a inicios de los años 90 -dice el obispo- hubo avances sustantivos con la dictación de la Ley Indígena y la institucionalidad que conocemos hasta el día de hoy. En el año 2003, la “Comisión verdad histórica y nuevo trato con los Pueblos Indígenas”, del Presidente Lagos y presidida por Don Patricio Aylwin, entregó valiosas conclusiones. Posteriormente, en el 2008, se ratificó el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Es notable que los Presidentes Bachelet y Piñera, hayan pedido públicamente perdón en nombre del Estado a estos Pueblos. Sin embargo, hubo pocos avances reales en los temas de fondo, más bien medidas puntuales, provocando desconcierto el que a menudo permanezcan sin mayor efecto las promesas que el Estado les han hecho”.

Violencia

La Región de La Araucanía sufre constante acción de grupos violentos que atacan vehículos de las empresas forestales que trabajan en la zona. La reacción del gobierno suele ser policial, y no política.

Vargas alude a esta situación: “Lo anterior arriesga generar profundas desconfianzas, ahonda el malestar, la pérdida de respeto y credibilidad que de muchas formas puede invalidar al interlocutor y a cuanto lo represente. Ello favorece espacios para que grupos busquen soluciones por vías radicalizadas, que no compartimos porque nada justifica la violencia, que a la larga genera más pobreza, exclusión, sufrimiento y nuevas injusticias. Pero es claro que los incumplimientos afectan, horadando valores muy importantes”.

Consultado si aún es posible recomponer confianzas, asegura que “siempre hay tiempo cuando existe voluntad, diálogo y respeto de las partes por el otro, y en ese escenario nadie debería excluirse de aportar. Se requiere avanzar particularmente en una voluntad política real, para definir soluciones y honrar los compromisos, que no se percibe con la claridad que se necesita”.

Precisamente esa falta de acogida, respeto y diálogo con el pueblo mapuche lo han reclamado 6 organizaciones que presentaron, la semana pasada, un informe al Relator Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Organización de Naciones Unidas (ONU), José Francisco Calí Tzay, en el que exponen la situación de los derechos de los pueblos originarios en el marco de la pandemia del coronavirus.

Falta de atención médica

El informe describe las condiciones de desigualdad que enfrentan las comunidades indígenas en Chile y el abandono por parte del Estado, durante la emergencia sanitaria producida por la Covid-19. Detallan, con datos estadísticos oficiales, el riesgo de contagio con el coronavirus que tienen las comunidades originarias debido a la falta de atención médica y la implementación de protocolos sanitarios que garanticen la vida de esas poblaciones. El estudio asegura que los más afectados por el abandono estatal durante la emergencia sanitaria han sido el pueblo mapuche en la región de la Araucanía y la Región Metropolitana, así como la comunidad Yagán, de Puerto Williams.

Las organizaciones también denunciaron al Presidente Sebastián Piñera, por la utilización de la policía para silenciar violentamente los reclamos de las comunidades indígenas. “La criminalización y la intervención policial, no puede ser la respuesta de un Gobierno para enfrentar la pandemia. Muy por el contrario, se requiere de una coordinación y articulación, a través del diálogo, entre las medidas impuestas por el Gobierno y las prácticas y conocimientos tradicionales que desde mucho tiempo los pueblos indígenas han desarrollado e implementado en sus territorios”, afirma el informe.

El obispo Vargas ha sido permanente impulsor del diálogo y la creación de bases de respeto con el pueblo mapuche. “Lo exige no sólo el bien de los pueblos, sino de la entera sociedad, y la enorme riqueza que significa la identidad de un Chile intercultural. El dato de la fe nos dice que todos somos hermanos, hijos de un mismo Padre que está en los Cielos”, concluye en la entrevista.

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